NUEVA ORLEANS, EEUU (AFP) – El ciclón Katrina pudo haber dejado más de 10.000 muertos en Luisiana (sur), según un senador de ese Estado, el republicano David Vitter, mientras que el presidente George W. Bush admitía que la reacción inicial ante la catástrofe fue insuficiente.

«Supongo que son más de 10.000, pero es sólo una suposición», respondió el senador Vitter a periodistas que lo interrogaban en Baton Rouge. Subrayó que esa observación no estaba basada en ningún conteo oficial de cadáveres.

Muy criticado por la prensa estadounidense, el presidente Bush, que se desplazó el viernes a las zonas afectadas, donde consoló a sobrevivientes negros en medio de casas destruidas, reconoció que la respuesta inicial a la catástrofe había sido insuficiente. «Los resultados son inaceptables», declaró.

«La tarea del gobierno federal es enorme, y la cumpliremos. Allí donde esto no funciona, haremos que funcione. Allí donde funciona bien, haremos que suceda lo mismo en otro lado», dijo en Mobile, Alabama.

Estimó que Estados Unidos tenía «todos los recursos» militares para hacer frente simultáneamente a la guerra en Irak y las operaciones de rescate y mantenimiento del orden en el sur de Estados Unidos.

El jefe de la Fuerza de Tareas Conjunta, Russel Honore, defendió la respuesta a la crisis e indicó que tenía a disposición unos 90.000 guardias nacionales.

Pese a ello, el alcalde de la ciudad, Ray Nagin, expresó nuevamente su cólera ante la lentitud de la ayuda. «Piensan en pequeño, cuando se trata de un asunto enorme», declaró a la CNN el alcalde negro. «Cada día que perdemos, muere gente y muere por centenares», dijo en una entrevista con la radio local WWL.

Además de los guardias nacionales y los convoyes anfibios de ayuda humanitaria, 300 soldados de retorno desde Irak fueron desplegados este viernes en Nueva Orleans con orden de disparar sobre los saqueadores y los provocadores.

Finalmente, el gigantesco estadio Superdome de Nueva Orleans, donde se hacinaban desde hacía cinco días miles de refugiados, fue totalmente evacuado este viernes.

Sin embargo, aún quedarían unas 300.000 personas para ser evacuadas de las regiones devastadas en Luisiana, 200.000 de las cuales están en Nueva Orleans.

Secar Nueva Orleans tomará semanas, advirtió este viernes el comandante del cuerpo de ingenieros estadounidense que trabaja en la zona, general Carl Strock.

«Actualmente sentimos que el nivel del agua en Nueva Orleans se estabilizó», declaró el general Strock a la prensa.

A ello hay que agregar que dos tanques de almacenamiento de petróleo dañados por el huracán Katrina, derramaron millones de barriles de combustible en un pantano y reserva natural al sur de Nueva Orleans, informaron las autoridades.

Líderes negros estadounidenses denunciaron este viernes la débil movilización del estado para ir en ayuda de las víctimas del huracán Katrina, subrayando que los más pobres -la mayoría de ellos negros- eran los más damnificados.

«Dicen que hacen todo lo posible lo más rápido posible. No estoy para nada de acuerdo», dijo el representante Elijah Cummings en una conferencia de prensa.

En cambio, la primera dama, Laura Bush, que este viernes se trasladó a Luisiana junto a su marido para solidarizarse con los damnificados, felicitó a la ciudad de Lafayette por haber recibido a 6.000 refugiados de Nueva Orleans.

«Hay cosas que marchan muy, muy bien en Luisiana y este centro de acogida es un ejemplo», declaró Laura Bush.

Texas, que ya acoge a miles de damnificados del Estado vecino de Luisiana, decidió recibir a otros 50.000 desplazados, distribuidos entre Dallas y San Antonio, anunció el lunes de noche su gobernador, Rick Perry, lo que llevará el número de refugiados en ese Estado a cerca de 75.000.

Y las ofertas de ayuda provenientes del mundo entero continúan llegado. La OTAN propuso intervenir, Francia puso a disposición de Estados Unidos ocho aviones, dos barcos, 600 tiendas y 1.000 camas plegables. La Unión Europea renueva sus ofertas de ayuda, incluyendo sus reservas petroleras si fuera necesario.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) anunció que entregaría 60 millones de barriles de petróleo a Estados Unidos y productos refinados para hacer frente a las consecuencias del desastre.

Según la sociedad estadounidense Risk Management Solutions, especializada en la gestión de catástrofes, el costo de los daños ocasionados por Katrina en Luisiana y Mississippi sería superior a los 100.000 millones de dólares.

El Congreso norteamericano aprobó definitivamente este viernes una primera partida presupuestaria de 10.500 millones de dólares destinada a apoyar las operaciones de socorro.

Mientras tanto, los precios del petróleo cayeron cerca de dos dólares este viernes en Nueva York, como consecuencia de la reanudación de las actividades en varias instalaciones petroleras afectadas por el huracán Katrina en el Golfo de México y también gracias al recurso a las reservas estratégicas de la Agencia Internacional de Energía (AIE).