Hoy 
POR PEDRO GERMOSEN
La Ley de Presupuesto es un instrumento político y no propiamente de desarrollo, en el que los gobiernos plasman una serie de obras que ejecutan en función de su conveniencia proselitista, afirmó ayer el presidente de la Comisión de Presupuesto del Senado.
El senador Manuel Emilio Ramírez Pérez (PRD-Elías Piña) dijo que la Cámara Alta estudia varios proyectos orientados a modificar esa ley, a fin de producir un instrumento de desarrollo que distribuya las riquezas públicas con equidad.
«Los proyectos que se van a fusionar para modificar la ley de Presupuesto procuran superar esta situación que va en desmedro del interés general y, fundamentalmente, de los más necesitados», dijo el congresista.
«El interés del Senado es que haya una distribución igualitaria de los recursos públicos en función del número de habitantes y las necesidades de cada una de las provincias, municipios, distritos municipales y secciones», expresó Ramírez Pérez.
Señaló que además de utilizar el Presupuesto con fines proselitistas, los presidentes y funcionarios también ofrecen obras en época de campaña que luego no realizan o se dejan a medio hacer.
«No hacen más que engañar a la población», sostuvo el doctor Ramírez Pérez.
El congresista opositor recordó al pueblo que las obras se hacen con los recursos que los mismos ciudadanos aportan a través del pago de impuestos.
«Se supone que las distintas administraciones de gobierno deben cumplir como objetivo fundamental la redistribución equitativa de las riquezas públicas», dijo.
Señaló que los sectores poderosos o pudientes también deben contribuir para al menos paliar los problemas de los necesitados.
«El problema es que los que tenemos para comer nos estamos jugando con la necesidad de los pobres, de los que carecen de empleos y oportunidades», dijo Ramírez Pérez.
Manifestó que el mismo auge de la delincuencia tiene entre sus orígenes la rebeldía que provoca entre los jóvenes necesitados la falta de oportunidades.
Ramírez Pérez favoreció la construcción de politécnicos que preparen a los jóvenes en oficios previos a la educación superior, de forma que, añadió, los que no puedan ir a las universidades se preparen para producir.
