La postración en la que se encuentra San Pedro de Macorís por la pérdida de unos 50 mil empleos a causa del cierre de ingenios, zona franca y otros medios de trabajo constituye una gran preocupación para el senador de la provincia, José Hazim Frappier, quien detalla una serie de acciones y proyectos que se propone impulsar en las áreas de turismo, cultura y producción desde el Congreso, al que llega por cuarta ocasión.

Resalta que San Pedro de Macorís ha tenido problemas serios en las últimas décadas en el motor que dinamizaba su economía, constituido por los sectores turismo, a través de Juan Dolio y Guayacanes, las zonas francas o “maquilas” y la industria azucarera.

Significa que en la última década esos tres sectores han sufrido un impacto terrible, que agrede la estabilidad económica del pueblo porque eran las fuentes de trabajo y desarrollo de que su provincia había estado viviendo en las últimas tres o cuatro décadas.

Turismo. Dice que del turismo, que generaba entre ocho y 10 mil empleos, “prácticamente los perdimos todos”, y en zona franca había más de 40 mil empleos que se redujeron a unos ocho o nueve mil.

Respecto al sector azucarero, Hazim Frappier destaca que los ingenios prácticamente desaparecieron, ya que solo opera el Porvenir y lo que hace son más bien “zafras políticas”, que apenas duran tres o cuatro meses.

“Todas las acciones que yo estoy encaminando van dirigidas a procurar y generar empleos en la provincia”, expresa el legislador y vocero del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en la cámara alta.

Al efecto, agrega, ha estado trabajando en varios proyectos que tratará de convertirlos en leyes que beneficien a San Pedro de Macorís.

Rescate. Refiere que ha trabajado en los últimos años en el rescate del casco histórico de la provincia para que se inserte realmente en la ruta del turismo del Este, porque “aunque somos partes del turismo de la región, no hemos estado participando porque no tenemos atractivos para que los turistas nos visiten”.

Explica que ya se trabaja en el rescate del casco histórico junto al Ministerio de Turismo, el ayuntamiento local, las iglesias, la Universidad Central del Este (UCE) y los sectores dinámicos de la provincia.

Destaca que se propone, entre otras acciones, someter un proyecto que declare el casco histórico de SPM de interés nacional, porque con una ley de esa naturaleza se lograría, primero, que el país ponga su mira en el rescate histórico de la provincia; segundo, procurar fondos en organismos internacionales, como la Unesco, para relanzar la zona, y, tercero, que el Gobierno apoye realmente estos planes.

Considera que esa normativa podría generar entre ocho y 10 mil empleos, para lo cual se precisa, añadió, restaurar unas 300 edificaciones del casco urbano que son del siglo pasado y abrir museos, restaurantes, bares y tiendas que generen toda una dinámica de atracción de los visitantes.

El puerto. Señala por igual la necesidad de rehabilitación del puerto de San Pedro de Macorís, que también está dentro de ese casco histórico, para que los cruceros turísticos puedan atracar.

Resalta entre los museos el de los Guloyas, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, el Museo del Pelotero Petromacorisano y el Museo de los Poetas, entre los que recordó a los hermanos Deligne, el poeta nacional Pedro Mir, Federico Bermúdez, Francisco Domínguez Charro y otros que han dejado un legado importante a la literatura.

Entre dos polos. Destaca además que SPM está justamente en el medio de los dos polos de mayor consumo a nivel nacional, que son la zona de Bávaro y sus hoteles, en la provincia La Altagracia, y del Gran Santo Domingo.

Hazim Frappier señaló que SPM se ha destacado siempre por ser una zona agroindustrial, por lo que, de alguna manera, hay que generar ideas nuevas para convertir la provincia en una zona ampliamente productiva para que pueda suplir esos dos grandes mercados y, a la vez, exportar hacia los Estados Unidos y Europa.

Favorece, al efecto, la aprobación de una ley de incentivos a los productores de la provincia, con lo que se crearían miles de empleos para que la gente pueda tener soluciones a sus problemas.

Fondo social. Hazim Frappier dijo que cree en el fondo social de los senadores, siempre que se maneje con transparencia y pulcritud en beneficio de los pobladores de las demarcaciones que representan los miembros del Senado.

Destaca que desde los puestos que ha ocupado ha realizado un trabajo importante por su provincia y expresa que hay cantidades de problemas y necesidades de las provincias que llevan a los pobladores a demandar ayudas que los grandes ministerios no resuelven.

Tras señalar que los legisladores se eligen para legislar y no para las acciones sociales, el congresista dijo que, lamentablemente, hay que admitir que los problemas que sufren los habitantes de las distintas poblaciones precisan de atenciones que, en gran medida, no atienden los grandes ministerios.

“La realidad de la República Dominicana es que los pobladores entienden que los legisladores deben ayudarlos a resolver los problemas menudos”, señala el congresista, quien añade que, de alguna manera, los legisladores deben tener algo de recursos para socorrer a los necesitados y comunidades que confrontan muchos problemas como los daños en bateyes de su provincia a una bomba de agua, becas a estudiantes pobres y personas sin recursos para comprar recetas médicas.