Para impulsar la producción nacional, principalmente de alimentos, así como sustentar la salud pública y el desarrollo en sentido general, es imprescindible que el Gobierno emprenda la construcción de un sistema de presas, a fin de retener las aguas, sanearlas y evitar que residuos cloacales vayan a los ríos en perjuicio de la salud de muchos pueblos.
El planteamiento fue hecho ayer por el presidente de la comisión de Obras Públicas del Senado, Euclides Sánchez, quien significó que durante el 2017 y el 2018 esas obras deben ser parte de los principales retos y desafíos de las autoridades.
“El país tiene que enfocarse en la creación de un sistema de presas para evitar que las aguas se viertan o lleguen al mar de manera rápida como esta ocurriendo”, señaló el senador de La Vega.
Tras significar que hay zonas críticas por falta de abastecimiento adecuado de agua potable, Sánchez dijo que no todas las presas tienen que ser hidroeléctricas, aunque fuera lo ideal, pero fundamentalmente, sostuvo, “hay que preservar las aguas para el uso humano, agrícola, industrial y turístico”.
El legislador oficialista demandó “que el Estado se aboque a crear un Sistema Nacional de Presas a los fines de nosotros retener el agua lo más que podamos y darle un uso correcto”.
Guaigüí. Citó entre las obras hidráulicas prioritarias la terminación de la presa de Guaigüí, en La Vega, que, al tener cierto avance, terminarla sería menos costoso para el Estado.
Sánchez resaltó que esta obra es de vital importancia puesto que está ubicada en una zona altamente productiva.
Agua potable. “Pero también es una presa que va a disponer de estabilidad para el consumo de agua potable por mas de 20 años, asegurando calidad en la salud pública de los ciudadanos”, expresó el congresista del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Sánchez dijo que esa obra y el acueducto y alcantarillado sanitario de Jarabacoa, de la misma provincia, deben incluirse en el Presupuesto General del Estado del 2017.
Contaminación. “Jarabacoa no tiene alcantarillado sanitario y las aguas residuales son vertidas en los ríos, lo que afecta seriamente los balnearios, y Santiago recibe esas aguas contaminadas, lo que no puede seguir ocurriendo”, alertó el senador Sánchez.
Seguridad vial. En otro orden, el presidente de la comisión senatorial de Obras Públicas destacó además entre las metas que deben alcanzarse a partir del 2017 la organización del tránsito y el transporte de pasajeros y de cargas para lograr una seguridad vial acorde a la demanda de la población y los estándares internacionales.
“Por ejemplo, estamos abocados a realizar una reforma a la Ley de Tránsito Terrestre y Seguridad Vial”, dijo Sánchez.
Para tales fines, señaló, “estamos creando un código que sirva para que todo el movimiento vehicular esté a la altura de los países altamente desarrollados”.
El objetivo, significó, es tratar de que la República Dominicana no siga siendo el segundo país del mundo con el mayor nivel de muertes por accidentes de tránsito.
“Queremos bajar ese nivel y lograr que aquí se conduzca de manera civilizada en las vías públicas”, dijo el senador Sánchez.
“Para tales fines necesitamos una buena ley, pero también necesitamos un apoyo de las empresas que utilizan medios de transporte y que son las que generan la mayor cantidad de accidentes”, señaló.