POR PEDRO GERMOSEN
En el bloque senatorial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) crece la intención de boicotear los asuntos que somete el Poder Ejecutivo al Congreso, en represalia por las cancelaciones de servidores públicos perredeístas, el despojo de equipos de los ayuntamientos y otras acciones gubernamentales que miembros de la citada bancada califican de “cacería política.”

De hecho, los senadores Tommy Durán, de Puerto Plata, y César Díaz Filpo, de Azua, sometieron la semana pasada una propuesta orientada a “engavetar” los asuntos del Ejecutivo, aunque ese aspecto de la iniciativa fue eliminado.

En esa ocasión el vocero, Aníbal García Duvergé, de San Cristóbal, y otros miembros del bloque mayoritario del organismo legislativo, tronaron también contra los letreros que recomiendan la eliminación del Congreso, acción que ligaron a sectores oficialistas. En la misma sesión favorecieron la iniciativa de Durán y Díaz Filpo los senadores Pedro Alegría, de San José de Ocoa, y Pedro Antonio Luna, de Sánchez Ramírez.

Esta corriente ha cobrado fuerza en los últimos días, ya que en la sesión celebrada el martes pasado, los senadores no aprobaron ninguno de los asuntos que les ha remitido el Ejecutivo, a excepción de contratos de venta de apartamentos y terrenos del Estado a particulares, que fueron negociados en administraciones anteriores.

Entre los asuntos sometidos por el presidente Leonel Fernández últimamente figuran ocho nombramientos de embajadores en igual número de naciones, entre ellos los de España, Taiwán y Korea.

Asimismo, cinco empréstitos, uno de los cuales persigue facilitar viviendas a los sectores de la población de bajos ingresos y otro que incrementaría el servicio eléctrico a un mayor número de familias pobres.

De concretarse el boicot, el asunto de mayor envergadura que enfrentaría al Senado con el Ejecutivo sería el proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos del 2005, por un monto de RD$150,000 millones, que el Gobierno someterá próximamente.

Una parte de los analistas que siguen el acontecer congresional señalan que si el Congreso no aprueba el nuevo Presupuesto, el Gobierno resultaría beneficiado por cuanto sólo tendría que aplicar el de este año.

De esa manera, resaltan, el Ejecutivo contaría con excedentes presupuestarios mayúsculos que utilizaría a su antojo, fuera de los límites que le impondría una ley de Presupuesto.

Sin embargo, otros advierten que uno de los requerimientos esenciales que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la firma del acuerdo con las autoridades nacionales es, precisamente, la aprobación de la ley de Presupuesto.

Precisamente, el presidente del Senado, Andrés Bautista García, reveló anteayer que el representante local del FMI le comunicó sobre ese requerimiento para la firma del acuerdo stand-by.

Como puede verse, las relaciones entre el Ejecutivo y el Senado se tornan tensas con el correr de los días, dejando “en el aire”, entre otras iniciativas, asuntos de tanta importancia como el Presupuesto del 2005 y la firma del acuerdo con el FMI, que el Gobierno procura para sanear la macroeconomía.

Los seguidores del acontecer del Congreso concluyen en que de no producirse un entendimiento entre el Ejecutivo y la bancara del PRD en el Senado, que cuenta con 29 de los 32 miembros del hemiciclo, quedarían también sin sanción los citados financiamientos para obras de bien social y otros proyectos necesarios para la buena marcha de la nación.