POR PEDRO GERMOSÉN
En medio de una accidentada sesión, el Senado aprobó anoche, en primera lectura, sin enmiendas, el proyecto de reforma fiscal que incluyó el impuesto del 25% al jarabe de maíz, lo que fue considerado como una rebelión de senadores perredeístas contra su Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Varios senadores del bloque perredeista revelaron, a condición de que se les mantuviera anónimos, que la Comisión Política del PRD les solicitó que postergaran el conocimiento del asunto para tratarlo hoy internamente en el partido.

Al efecto, en un receso de quince minutos solicitado por el vocero perredeísta, Aníbal García Duvergé, que se prolongó por más de una hora, los dirigentes del PRD Tony Raful, Julio Maríñez, Ángel Miolán y Aridio García de León, se reunieron con el bloque perredeísta, pero no lograron imponerles a la mayoría la directriz de la Comisión Política.

Según trascendió, éstos trataron vanamente de que el proyecto no se conociera anoche, pese a que el presidente de la comisión especial, Tommy Durán, había rendido un informe favorable para que se aprobara tal y como la sancionó la Cámara de Diputados.

Durán, de Puerto Plata, dijo que el informe recogía el consenso de los senadores de los tres partidos mayoritarios representados en la comisión.

De inmediato, el senador José Tomás Pérez, del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por el Distrito Nacional, pidió que la pieza fuera redimida de trámites y aprobada sin enmiendas en dos sesiones consecutivas para que se convirtiera en ley.

Veinte de 23 senadores presentes aprobaron la inclusión del proyecto en la orden del día.

Sin embargo, los senadores José Hazim Frappier, de San Pedro de Macorís, y Germán Castro García, de La Altagracia, del opositor Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) pidieron que la pieza fuera aprobada sólo en primera lectura.

De inmediato, el portavoz de la bancada del PRD, García Duvergé, solicitó un receso, lo que concedió el presidente del hemiciclo, Andrés Bautista García, de Espaillat.

Luego del receso, Bautista García sometió a votación la reforma fiscal, por la que votaron 16 de los 17 senadores que hicieron el quórum, ya que se abstuvo el vicepresidente, César Matías, de Valverde.

Matías advirtió que si realmente los legisladores querían mantener la sociedad comercial con Estados Unidos, debían preservar el Tratado de Libre Comercio (TLC), eliminando el impuesto del 25% a los refrescos y otras bebidas endulzadas con sirop de maíz.

El representante de Valverde expresó que ese gravamen fue incluido en la Cámara de Diputados como un acto de mala fe, desoyendo el llamado de la Asociación de Zonas Francas, de la embajada de los Estados Unidos y de otras voces.

Matías, quien aclaró que no representaba a los Estados Unidos en el Congreso, dijo que el perjuicio que significará la suspensión del TLC con Estados Unidos recaerá sobre los sectores productivos nacionales.

«Me opongo resueltamente porque la aprobación de la reforma fiscal con el impuesto del 25% afecta las relaciones comerciales con los Estados Unidos», significó el congresista del PRD.

Por la aprobación en primera lectura de la reforma fiscal votaron el presidente del Senado, Bautista García; Marcial Valera, de El Seibo; Pedro Alegría, de San José de Ocoa; Hazim Frappier, José Tomás Pérez; Enriquillo Reyes, de Monseñor Nouel, y Vicente Castillo, de Peravia.

Asimismo, Ramiro Espino, de Samaná; Celeste Gómez, de Santiago Rodríguez; Pedro Antonio Luna, de Sánchez Ramírez; Durán, Tonty Rutinel Domínguez, de Santo Domingo; Sucre Muñoz, de Barahona, y Enrique Seijas, de La Romana.

Parte de los miembros del bloque del PRD se abstuvo de volver al hemiciclo luego del receso y permanecieron en la oficina de la presidencia del Senado con los dirigentes del partido blanco, mientras en el hemiciclo la pieza era aprobada.