POR PEDRO GERMOSEN
Varios senadores consideraron inaceptable por injerencista la advertencia del embajador estadounidense, Hans Hertell, de que el país recibiría sanciones drásticas por aprobar una reforma fiscal contraria al Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos.

Entretanto, el presidente del Senado, Andrés Bautista García, informó que se busca una solución al impuesto del 25 por ciento al jarabe de maíz que rechaza Estados Unidos y atribuyó las quejas de Hertell a que ese embajador es «muy activo» en la defensa de los intereses de los productores norteamericanos.

Los senadores Pedro Alegría, de San José de Ocoa; Ramiro Espino, de Samaná, y Enriquillo Reyes, de Monseñor Nouel, rechazaron la advertencia de Hertell, mientras el vicepresidente del hemiciclo, César Matías, de Valverde, dijo que «si queremos TLC tenemos que excluir el sirope de maíz.»

Bautista García señaló que los diplomáticos dominicanos deben imitar a Hertell para que defiendan mejor los intereses de los productores criollos.

«A la verdad que tenemos que reconocer que los diplomáticos de los Estados Unidos son muy activos en lo que es la defensa de los intereses de su país», significó el representante de Espaillat.

Al ofrecer su opinión, el senador Alegría consideró que el embajador Hertell se excedió e incluso, sostuvo, incurrió en injerencia cuando amenaza con sanciones.

El representante de San José de Ocoa significó que el Senado no hizo más que actuar soberanamente en defensa de los productores nacionales de azúcar y del sector agropecuario en sentido general.

«Él, Hertell, dice que lo único que está por encima de un tratado es la Constitución, pues, precisamente, eso fue lo que nosotros fendendimos, nuestra Constitución, porque entendíamos que era lo correcto», expresó Alegría.

Luego de señalar que Hertell «se está yendo más allá de sus atribuciones», el legislador del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) recordó que todavía el Congreso de los Estados Unidos no ha ratificado el TLC.

Por su lado, el senador Espino, de Samaná, dijo que los senadores no son «muchachos ni obedecemos a intereses de Estados Unidos» para que el diplomático norteamericano les advierta sobre posibles sanciones al país.

Manifestó que, particularmente, «Estados Unidos no me paga sueldos ni me costea nada. Yo lo que soy es dominicano.»

«Él (Hertell) no puede venir a presionarnos a nosotros como si fuéramos niños. Ésa es una injerencia de él», expresó Espino, quien dijo que nunca le ha mendigado nada a Estados Unidos.

Expresó que Hertell cree que todos los dominicanos son como los que se van en yola para Puerto Rico, de donde son deportados, «pero nosotros no le mendigamos a nadie.»

Sobre el particular, el senador Reyes, de Monseñor Nouel, dijo que el país no ha violado nada porque el TLC no ha sido aprobado ni por el Congreso de los Estados Unidos ni por el dominicano.

«Sabemos que si el TLC se aprueba, modificaría las leyes anteriores que le sean contrarias y, si se rechaza, pues, no es tal acuerdo», dijo el legislador y jurista.

«Como socios comerciales, somos amigos de los Estados Unidos, pero ellos tienen que saber que nosotros tenemos el deber, la obligación de respetar y defender a nuestros sectores productivos», expresó el congresista.

Por su lado, el vicepresidente del Senado, Matías, de Valverde, manifestó que si el país quería el TLC el Congreso debió excluir el impuesto del 25 por ciento a las bebidas que utilicen jarabe de maíz.

Matías pidió a los legisladores que acojan las modificaciones a la reforma fiscal que sometería el presidente Leonel Fernández para excluir el citado impuesto y salvar el TLC con Estados Unidos y Centroamérica.

Dijo que ésa sería una manera de armonizar las relaciones entre los dos Estados y garantizar, como socios comerciales, el progreso de la República Dominicana.