El director ejecutivo del Consejo Nacional para el VIH y el SIDA, Víctor Terrero, dijo hoy que estas son enfermedades que afectan directamente el desarrollo del país, por lo que la estabilidad de la prevalencia se convierte en un elemento de “seguridad nacional”.

Esa afirmación la hizo Terrero al dejar abiertos los trabajos de actualización del Plan Estratégico Nacional para las Infecciones de Transmisión Sexual, el VIH y el Sida 2015-2020.

En ese orden valoró como positiva que la respuesta nacional a la pandemia emprenda la tarea de actualizar el Plan Estratégico Nacional que dotará al país de una herramienta que permitirá enfrentar adecuadamente los cambios con coherencia, unidad e integridad, mediante el uso eficiente de medios y recursos.

El funcionario sostuvo que de esa manera las partes interesadas, bajo la coordinación del CONAVIHSIDA se abocan a realizar un esfuerzo para sentar las bases del horizonte que juntos deben construir con la participación de los diversos actores y sectores de la vida nacional.

“Esta planificación ofrecerá los instrumentos, herramientas, estrategias y recursos que permitan profundizar las lecciones aprendidas, mantener la estabilidad en la provisión de los ARVs, hacer un mayor énfasis en la promoción y la educación así como un trabajo sostenido en materia de derechos humanos, laborales, educativos, sexuales y sociales a favor de la sociedad”.

Terrero explicó que la participación de todos los agentes tanto individuos como grupos validan los resultados de actualización del Plan Estratégico Nacional  que entre otros aspectos deberá establecer prioridades en la asignación de los recursos dependiendo de los niveles que le asignen a las ejecutorias, teniendo en cuenta el entorno y las diferencias y similitudes entre ideas y hechos.

Desafíos. El director ejecutivo de CONAVIHSIDA citó entre los desafíos que el trabajo referido debe contemplar a las vivencias y características de la sexualidad en la sociedad dominicana, las que estima, están determinadas socialmente y la tendencia de la epidemia es a la distribución diferencial por grupos vulnerables, lo cual tendría que tomarse muy en cuenta llegado el momento de discutir los aspectos referentes a la promoción y la prevención.

Por otro lado,  se refirió a la realización de la medición del gasto en VIH y SIDA, herramienta conocida como MEGAS, vital para la modificación del financiamiento, ya que indica el monto, su fuente, distribución y forma de ejecución.

Precisó que con el monitoreo se establecerá la calidad del gasto en ITS, VIH y Sida y evaluar la equidad en la asignación de los recursos conforme la naturaleza de las intervenciones.