Señala dificultades para focalizar pobres

Señala dificultades para focalizar pobres

POR UBALDO GUZMAN MOLINA
La administración de Leonel Fernández debiera buscar alternativas para los programas de focalización de la pobreza, a fin de prevenir la creación de focos de corrupción, propuso ayer el sacerdote jesuita Jorge Cela.

Dijo, además, que es un error creer que la política social se resuelve repartiendo fundas y que por más tarjetas que se repartan entre los pobres, esa política fracasará.

Señaló que los afectados por el huracán Jeanne necesitan de políticas especiales de emergencia que les ayude a superar su situación y sostuvo que política social, no es sólo compensación social.

Cela fue panelista, junto al economista Jefrey Lizardo, en un encuentro del Consejo Consultivo de la Sociedad Civil, en el que analizaron los programas focalizados y la implementación de la estrategia de reducción de pobreza de la actual gestión.

La focalización es muy cara, dijo Cela, porque incluye estudios muy costosos, «generalmente hechos por expertos extranjeros que se llevan la mayor parte de los préstamos internacionales para los programas de pobreza».

Consideró importante saber si la política de dar tarjetas de comida a las familias pobres, se relacionará con el aumento de los costos, como la eliminación del subsidio al gas propano.

Se preguntó si no será mayor gasto en hacer y manejar las tarjetas, que permitir que un 5% de familias pudientes se beneficie del subsidio al Gas Licuado de Petróleo (GLP).

Expresó que encontrar las 25,000 familias más pobres en el país, es una misión imposible «y el científico social que me diga que eso es posible, lo reto a que lo discutamos públicamente».

El establecimiento de las 25,000 familias más pobres no se puede determinar ni siquiera con sistemas combinados de medición de pobreza, sostuvo.

Cree que ni siquiera en la comunidad se puede seleccionar a las familias más pobres. Se preguntó cómo se pueden eliminar las apreciaciones subjetivas que hay en toda comunidad.

Puso como ejemplo que cuando se estudian dos familias, una que gana RD$300 y otra que devenga RD$310, entonces, preguntó, cómo se determina cuál es la más necesitada.

“¿Cómo usted sabe la familia que tiene más gastos en salud?», insistió en preguntarse.

Expresó que en Colombia, los sistemas de focalización han eliminado las entradas familiares como referencia «para la focalización», porque creen que ese dato nunca es válido.

Señaló que hay sistemas de focalización que funcionan, pero son más baratos y eficientes. Puso como ejemplo la focalización por programas, los cuales responden a necesidades que sólo tengan los carenciados.

 Indicó que existen otros programas que son por territorio, fundamentados en el Mapa de la Pobreza, ya sea por provincia o comunidad.

Se trata, a su juicio, de una focalización no dirigida al aspecto individual, sino a la ayuda colectiva. Los programas de servicios y empleo se pueden focalizar por territorio, cree.

Consideró que dar de comer al hambriento no debe ser de política social, sino parte de una política marginal socializada.

Indicó que la política social que se organiza alrededor del «dao», crea la dinámica opuesta a la que se desea crear. Señaló que lo que se quisiera es que la gente más pobre dijera un día que ya no lo es.

Expresó que el objetivo de la política social no debe ser mantener en la miseria a la gente, extendiéndole la vida porque se le da de comer, sino convirtiéndola en ciudadanos capaces de superarla.

Consideró que si el programa de tarjetas se invierte en seguridad social solidaria, sería mucho más efectivo, porque estará garantizando los servicios de salud a muchas familias.

Cela dijo que la política social incluye las responsabilidades del gobierno sobre los servicios públicos.

 Puso como ejemplo que la educación pública no tiene que ser focalizada, porque es un servicio obligatorio del gobierno.

«Las políticas sociales hay que empezarlas por las políticas generales. Es decir, hay políticas generales del gobierno, educación, salud, vivienda, empleo, etc., que tiene que ser aplicadas para toda la población», sostuvo.

Planteó que dentro de esas políticas tienen que haber unas especiales que se esmeren en poblaciones con dificultades especiales.

Indicó que la focalización consiste en buscar las poblaciones más necesitadas y garantizarles ciertos servicios.

Dijo que en muchos países, los programas de tarjetas son una forma de extender ese servicio de crédito a los pobres y que son un negocio de los bancos.

Indicó que es importante que el empresariado participe de las políticas sociales, «pero que jamás tenga la mayoría de la voz  en las políticas sociales, porque los empresarios tienen intereses muy concretos y tratan de privatizar los servicios sociales».

Demasiadas instituciones

De su lado, Jefrey Lizardo favoreció la eliminación de algunas instituciones del área social, porque hacen lo mismo.

Puso como ejemplo a Pro-Comunidad y a la Dirección General de Desarrollo de la Comunidad.

A su juicio, existe una dualidad en la política social: una activa y otra asistencialista. Cree que asistencialismo no es lo mismo que política social.

Explicó que dentro del gabinete social no están el Plan Social de la Presidencia y el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI).

Propone que el programa «Comer es primero» pueda condicionarse a que los hogares mantengan las tarjetas actualizadas de sus hijos o garanticen la asistencia a la escuela.

Cree que existe una ausencia de una cultura de monitoreo del impacto de las políticas sociales en el país.

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