Señala impacto de remesas en el país

Señala impacto de remesas en el país

El presidente de la Asociación Dominicana de Empresa Remesadoras de Divisas, Freddy Ortiz, dijo que según el Censo de Población y Vivienda realizado por la Oficina Nacional de Estadísticas en octubre de 2002, la población proyectada de adultos a noviembre de 2004 alcanza 5.1 millones de personas, y que 1.9 millones recibe 2.7 billones de dólares en remesas cada año, con un estimado de 1.6 billones que viene de Estados Unidos y el otro 1.1 billones procede de Europa, Puerto Rico y otros puntos del mundo.

El average de remesas recibida por cada envío es de 141 dólares, y en total reciben remesas diez veces al año. De inmediato, Freddy Ortiz se preguntó: ¿El average de remesas para los ricos va a ser de apenas 141 dólares mensuales?

Citando el mismo informe del BID, Ortiz señaló que el 20 por ciento de los recipientes en el país recibe menos de 100 dólares, y un 28 por ciento recibe entre 100 y 200 dólares en cada envío, destacando que en esos dos niveles está casi el 50 por ciento de los recipientes, lo que demuestra que la versión de que la mayor parte de las remesas la reciben los ricos se cae ante estos números del BID.

El presidente de la Asociación de Empresas Remesadoras pasó a detallar en qué se invierte el dinero que se recibe a través de las remesas, señalando que en primer lugar el 60 por ciento se invierte en alimentación, un 17 por ciento en educación, un 5 por ciento en inversión en negocios e igual porcentaje en ahorros (lo que le “pica” a algunos sectores), un 4 por ciento en inversión en propiedad, y en lujos (“y ahora es que vienen los ricos”), un 6 por ciento.

Ortiz dijo que en el fondo de todo el escarceo que se ha producido en torno al destino de las remesas hay varios elementos, entre los que destaca el afán de algunos sectores gubernamentales en que el Gobierno pueda recibir parte de esas divisas para la inversión y el ahorro, igual que ha ocurrido en México, aunque aquí las características son diferentes.

Dijo que sería inaceptable que, siendo las remesas destinadas a gastos tan perentorios como los señalados, se pretenda que una parte de esos recursos sean destinados a inversiones en el sector público.

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