Señales indican nueva intervención de la Fed

Señales indican nueva intervención de la Fed

Por John Authers
Una semana después de la decisión por parte de la Reserva Federal de reducir la tasa con la cual presta a los bancos, la medida todavía no ha logrado su propósito de revivir los mercados de dinero globales.

Por el contrario, el recorte en la tasa de descuento de la Fed estuvo seguido del pánico más extremo a corto plazo en los mercados monetarios desde, al menos, el desplome en la bolsa de octubre de 1987, conocido como “Lunes Negro”.

Los mercados de dinero pasaron el resto de la semana pasada recuperándose lentamente, pero el viernes, las dificultades para muchas compañías para recaudar financiamiento a corto plazo siguieron siendo agudas.

Estas dificultades, a su vez, fortalecieron la creencia de que el banco central se vería obligado a intervenir de nuevo, reduciendo más la tasa de fondos federales, con la cual los bancos se prestan entre sí.

El mercado de futuros de los fondos de la Fed, que los inversionistas utilizan para protegerse de los movimientos en la tasa de fondos de la Fed, dio señales durante toda la semana de que un recorte de esa naturaleza era una certeza, y que una reducción en la tasa actual de 5.25% a 4.5% era sumamente probable a finales de año.

La crisis de confianza en los mercados de dinero fue visible de manera más obvia en los precios de los bonos del Tesoro a corto plazo, que se consideran en general las inversiones más seguras y más líquidas del sistema financiero global.

Cuando los inversionistas pierden la confianza en otros activos, acuden en masa a los bonos-T (T-bills) en lo que se conoce como una “fuga hacia la calidad”. Esto hace subir el precio de los bonos-T, y bajar el rendimiento que pagan.

Normalmente, los rendimientos de los bonos-T varían escasamente de la tasa de fondos de la Fed. Pero a la vez que el recorte de la Fed de su tasa de descuento la semana pasada, los bonos-T a tres meses estaban rindiendo solo 3.8%

La fuga hacia la calidad continuó, a pesar de la acción de la Fed, y alcanzó niveles extremos el lunes, cuando el bono-T a tres meses rindió por un breve tiempo menos de 3%, mientras los bonos-T a cuatro semanas rendían menos de 2%.

Desde entonces, se han recuperado, pero los rendimientos a tres meses subieron sobre el 45 solo ayer en la mañana, todavía solo ligeramente por encima de cuando la Fed intervino.

“Aunque han surgido algunas señales de normalización, sigue estando claro que estamos todavía muy lejos de  la normalidad”, dijo Charles Diebel, estratega de ingresos fijos de Nomura Internacional. Pero añadió: “Todas las señales indican que hemos visto una pausa temporal, y que todavía quedan algunos peligros en el sistema”.

El mayor problema es un papel comercial respaldado por activos, utilizado por las grandes compañías para conseguir financiamiento a corto plazo, generalmente a una tasa que varía solo ligeramente de la tasa de los fondos de la Fed.

Los inversionistas, en especial los administradores de fondos del mercado de dinero, han estado preocupados porque las garantías del papel comercial pudieran estar contaminados por los dañinos bonos hipotecarios subprima. Cuando la semana pasada se pudo obtener de esta forma la semana pasada, fue a tasas de cerca de 6%.

La cantidad de dinero recaudado mediante papel comercial respaldado por activos cayó en US$77 millardos (€56 millardos, £38 millardos) la semana pasada, mientras los emisores acudían a tomar prestado con condiciones mucho más cortas. Esto indicó que los problemas en este mercado estaban empeorando.

Entretanto, las bolsas de valores se mantuvieron, de manera más general, solo entre 5%-6% por debajo de sus picos, y todavía en territorio positivo para el año. Estuvieron animados por la esperanza de recortes en la tasa, y por la evidencia de que la rentabilidad corporativa se mantenía fuerte en el segundo trimestre. De acuerdo con Thomson Financial, las ganancias para las compañías del S&P 500 subieron en un promedio de 8.1% en el segundo trimestre -mucho más que el 4.1% que se había pronosticado al inicio del mes pasado.

Otras señales de aversión al riesgo disminuyeron ligeramente, mientras avanzaba la semana, pero se mantuvieron muy altas.

El índice Vix del Chicago Board Options Exchange, también conocido como el “medidor de preocupaciones” de Wall Street –que deriva la volatilidad del mercado de acciones corrientes del precio de las opciones en el S&P 500- cayó durante la semana a 21, después de llegar a 37.5 en determinado momento la semana pasada. No obstante, sigue en un nivel más alto que en cualquier punto desde la invasión a Irak en marzo de 2003, y muestra que los inversionistas en acciones siguen estando muy nerviosos.

Aparte de la Fed, las preocupaciones del mercado se centraron en los fondos de cobertura. Se sabe que varios fondos de cobertura cuantitativos sufrieron pérdidas severas durante la primera semana de agosto, y las especulaciones se volvieron hacia donde aparecerían ahora las pérdidas.

Hubo chismes -también- de que algunas grandes compras totales privadas que todavía tienen que ser financiadas tienen que ser re-negociadas. Esto tendría un impacto muy negativo en la confianza del mercado de acciones.

Los comerciantes dijeron que sería muy difícil que los mercados monetarios revivieran, antes de que se elimine la incertidumbre sobre el alcance de las pérdidas subprima, y del contagio de pérdidas en otros puntos del sistema financiero. Esto va a tomar tiempo. 

Marco Annunziata, jefe económico de UniCredit, en Londres, dijo: “La lección principal de la última semana es que, a menos y hasta que la contracción de información ceda, los mercados financieros no se van a estabilizar”.

VERSIÓN AL ESPAÑOL IVÁN PÉREZ CARRIÓN

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