El Seguro Nacional de Salud (SENASA) marca la diferencia entre las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), pues a pesar de no tener fines de lucro, soporta la mayor carga financiera en la prestación de servicios médicos a afiliados del Seguro Familiar de Salud. El hecho de que en su universo de beneficiarios estén los servidores públicos inscritos en el régimen contributivo y la parte de la población no remunerada correspondiente al régimen subsidiado, supone para esta ARS una carga financiera grande y de delicado manejo. Y un aspecto notable es que aún bajo circunstancias de déficit financiero, SENASA ha preservado la calidad de la asistencia que brinda a sus afiliados en todo el país.

Los resultados de su ejercicio de 2013 muestran a la ARS del Estado en una posición de estabilidad, por haber superado el déficit financiero que la agobió desde 2012. Esa estabilidad, según refleja su estado de situación, se logró a pesar de que entre 2004 y 2013 sus gastos por pacientes con enfermedades cardiovasculares y cáncer ascendieron a RD$5,000 millones. Estamos hablando de un verdadero caballito de batalla, que ha sabido sacudirse la carga y marchar puntero en sus servicios a los asegurados. La veterana Altagracia Guzmán Marcelino, directora de SENASA, exhibe esta recuperación financiera con la satisfacción del deber cumplido ante las expectativas de salud del universo de sus asegurados. Enhorabuena.

EL ROBO DE METALES SIGUE

Las autoridades se han vuelto pura alharaca ante los robos de cables y metales. El más reciente operativo de los delincuentes ha dejado sin alumbrado el distribuidor de tránsito de las avenidas Ecológica y Charles de Gaulle. Hace poco fueron hurtadas varias piezas metálicas, de valor histórico, pertenecientes al Faro a Colón. Estos robos indican claramente que el mercado de demanda y exportación de metales sigue por sus fueros.
Se suponía que instalaciones como las que hemos citado serían vigiladas con cámaras para disminuir las posibilidades de robo pero, o las cámaras no han sido instaladas o simplemente no funcionan. ¿Acaso hay cómplices que las apagan para facilitar las sustracciones? El país mantiene sus ínfulas de exportador de metales, sin ponerle freno a estos robos que dejan muy mal paradas a unas autoridades que han prometido acabar con este festín.