Quien suscribe ha utilizado la palabra burrundanga desde hace más de 30 años, con el propósito de referirnos a todo aquel producto agropecuario nacional, pero sobre todo importado, que de una forma ilegal le hace una competencia desleal a los productos alimenticios de los productores dominicanos, además de afectar la salud. Sin duda alguna estas burrundangas están llegando al país desde hace muchos años, la mayoría de ellas importadas por comerciantes inescrupulosos, con la anuencia o la indiferencia de los funcionarios que deben velar por la salud de la ciudadanía, además de evitar la destrucción de la agropecuaria del país con estos productos ilegales e irregulares.
En nuestro caso particular, hemos apoyado las visitas sorpresa que usted realiza a través del FEDA, porque estimula a los pequeños productores asociados y de esa forma disminuye la emigración del campesino hacia las ciudades, de manera que desearíamos que los próximos gobiernos continúen con estas visitas sorpresa. Sin embargo es muy lamentable que con acciones de este tipo se incremente la producción de alimentos nacionales, que con cierta frecuencia no tienen mercado, debido a que los funcionarios apoyan o se hacen de la vista gorda cuando se importan productos ilegales que se venden a un precio por debajo de los nuestros.
Le hacemos un llamado al presidente Danilo Medina con el propósito de que usted le dé instrucciones enérgicas a los ministerios de Agricultura, Salud Pública e Industria y Comercio, y a la Dirección General de Aduanas, que son los organismos oficiales encargados de permitir que estas burrundangas continúen llegando a nuestro país, con fines de hacer desaparecer la producción agropecuaria del país, pero además le hacen daño a nuestra salud.
A continuación vamos a enumerar las principales irregularidades que afectan la salud y el campo dominicano, con el propósito de que se puedan controlar definitivamente:
1. Los medicamentos veterinarios y humanos falsificados, que causan la muerte de animales y personas, considerado este como el caso más grave.
2. Las importaciones de quesos, leche en polvo, mantequillas y yogurt que entran al país vencidos o al vencerse.
3. Imitaciones de queso y leche evaporada que se venden como si fueran productos reales, pero que no los son. Los quesos se venden rebanados.
4. Importaciones de fórmulas lácteas para venderse al cuchareo al público, como si fuera leche en polvo. Esto es un engaño y pueden causar enfermedades.
5. Desde hace varios años estamos luchando con fines de que se implemente el etiquetado, sin embargo los expendios comerciales continúan llenos de productos lácteos y de otra índole con etiquetas en otros idiomas, diferente al nuestro.
6. Se trae con frecuencia cortes de carne que se le ha vencido su periodo de congelación en sus países de origen, lo que trae como consecuencia que se vendan a muy bajos precios en nuestro país.
7. Inclusive se traen cortes de carne congelados y luego lo venden como si fueran frescos, lo que constituye un engaño. Esto es más frecuente en los cortes de pollo.
8. Con cierta frecuencia se solicita importar productos de bajos precios que además no pagan impuestos y se trae camuflajeados productos de altos precios, lo que constituye una competencia desleal y un engaño al fisco. Estos furgones deben incautarse.
9. Debemos tener un control más riguroso con la entrada de productos agropecuarios del vecino país, sobre todo sin pagar impuestos.
10. También es necesario cada día tener un mejor control de las importaciones de productos agropecuarios por los puertos y aeropuertos, sobre todo porque se pueden introducir nuevas y graves enfermedades a nuestro país, como ha ocurrido en los últimos años.
11. Por lo regular los importadores inescrupulosos incrementan estas importaciones en los momentos que hay una gran cosecha o el pico de producción de determinados productos agropecuarios, bajando los precios, con el propósito de que los agricultores y ganaderos se desencanten y dejen de producir. Cuando desaparece o disminuye la producción de estos rubros en el país, estos barbarazos se dan a la tarea de triplicar y hasta quintuplicar los precios.

Conclusión: Señor Presidente, es verdad que unos de sus principales logros y muestra de sensibilidad humana han sido las grandes inversiones económicas con las visitas sorpresa y la disminución de los intereses a los préstamos de nuestros productores del campo, pero estos esfuerzos y sacrificios se irán al precipicio si usted no toma medidas drásticas y le pone freno a las desgracias que causan las burrundangas, que por lo regular destruyen la producción de los campesinos y la salud de los dominicanos. Si a todo lo anterior le agregamos los altos subsidios distorsionantes que los países desarrollados le continúan otorgando a sus productores agropecuarios, estas medidas sitúan a nuestros productores en una situación muy difícil para competir. Sugerimos que entre todos elaboremos un proyecto nacional con fines de que podamos defender el campo dominicano y estimular su desarrollo.