Señor Presidente, por favor viaje por tierra

Señor Presidente, por favor viaje por tierra

JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS
El doctor Joaquín Balaguer fue el presidente dominicano que inauguró la modalidad de visitar las diferentes localidades en donde tenían programadas actividades, utilizando un helicóptero. Debido a su conocida incapacidad física, esto era muy justificado.

Sin embargo, esta práctica fue continuada por los mandatarios que le han sucedido, ocasionando un grave perjuicio a los ciudadanos comunes que nos debemos trasladar por carreteras, la mayoría en grave estado de deterioro, lo cual significa que debemos conducir zigzagueando con el consiguiente peligro para los vehículos que vienen detrás, o tener la mala fortuna, como lo vimos en un camión en la carretera de Otra Banda-Verón, que partió una punta de eje y se quedó varado en medio de la vía.

Los que tenemos un poco más de edad, recordamos que Trujillo, que tenía aprehensión a montarse en nada que surcara los aires, visitaba las provincias por carretera. Dos semanas antes del anunciado viaje, la Secretaría de Obras Públicas bacheaba completamente la ruta que debía recorrer el Perínclito e ínclito barón de San Cristóbal.

La principal vía del país, la denominada autopista Duarte, está llena de hoyos, rajaduras y derrumbes y sin embargo, escuchamos al director de campaña del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), licenciado Francisco Javier García, motivar a las masas para una nueva reelección, que sería construida una autopista desde Montecristi hasta Puerto Plata, pasando por Luperón, olvidando, que la primera carretera de América, desde La Isabela hasta el puerto de Los Hidalgos, todavía no ha sido concluida, no obstante haber sido iniciada hace más de veinte años, quedando como testigos mudos los destruidos cimientos de los puentes sobre los ríos Bajabonico y Unijica y en donde el constructor de la vía, creemos que en protesta, dejó abandonado un tractor que el tiempo se ha encargado de convertirlo en monumento viviente a la incompetencia de los gobiernos de turno. Si en apenas veinte kilómetros que tiene la ruta La Isabela (El Castillo) Las Lagunas (Villa La Isabela) no la han podido terminar ¿Podría creerse semejante utopía que significa la construcción de más de cien kilómetros?

La carretera Higüey-Bávaro-Punta Cana es el mejor ejemplo para demostrar el irrespeto que ha tenido la Secretaría de Estado de Obras Públicas contra la seguridad ciudadana. Hace apenas dos semanas que el secretario de Obras Públicas se percató de que una de las carreteras de mayor tráfico turístico en el país, sino el mayor, estaba totalmente destruida y ordenó su reparación, que los turistas pensaban que era un camino vecinal mal asfaltado.

Señor Presidente, para que no se deje sorprender y tampoco que sus promotores prometan «quimeras»; la próxima vez vaya a Santiago por tierra y comprobará lo que hemos expuesto, sobre el grave deterioro de la principal vía. Y si eso es la autopista Duarte, ¡qué se puede esperar de las otras!

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