Señor Presidente, verifique primero

Señor Presidente, verifique primero

Sin lugar a dudas el presidente Danilo Medina pasará a la historia como uno de los mandatarios que más han contribuido al desarrollo integral del país. Sin embargo esta gesta no lo libera de ciertas anormalidades cometidas sobre todo en las visitas sorpresas y más específicamente en la inauguración de obras que tienen visos de corruptela.

Según se ha comprobado fehacientemente en la Oficina de Ingenieros Supervisora de Obras del Estado (OISOE), una dependencia de la Presidencia de la República, venía cometiendo una serie de anomalías, rayanas en prevaricación; no obstante su gobierno sólo se dio por enterado a raíz del suicidio del arquitecto David Rodríguez G. en un baño de esa institución. Se afirma, y no ha podido desmentirse, que los administradores y otros funcionarios gerenciales, tenían un hampa que extorsionaban a los contratistas, sobre todo aquellos noveles que se habían ganado un concurso para edificar una obra y que no contaban con recursos económicos suficientes, para en caso de no recibir a tiempo las cubicaciones, poder seguir las mismas, recurriendo a usureros dentro de la OISOE, los cuales los despojaban hasta de un 30% del contrato o de sus posibles ganancias.

Los contratistas en algunos casos como fue cuando usted increpó al ingeniero que construía el mercado de Azua, el porqué no lo había terminado, cuando tenía vencido el plazo de la entrega. Este se comprometió a finalizarlo en el periodo que le impuso. El ingeniero, ante su presencia, no tuvo el arresto de decirle que le debían varias cubicaciones, y que su crédito ante sus suplidores había sido suspendido por falta de pago. Eso pasó hace más de dos años y todavía el mercado de Azua duerme el sueño eterno porque está inconcluso.

Señor Presidente, usted ha inaugurado tal vez sin tener noticias de lo mismo planteles escolares, liceos y comedores, guarderías en donde le Ministerio de Educación ni siquiera ha honrado el valor del terreno donde fue edificada la obra, ante la impotencia de los vendedores del terreno. Algunos planteles no tienen los pupitres y escritorios necesarios para la implantación de docencia en los mismos. Asimismo, debería hacer una depuración en las entidades que suministran el desayuno escolar para evitar las intoxicaciones que periódicamente afectan a los estudiante porque los llamados a suministrarlos no tienen un conocimiento profesional, ni equipos adecuados, pero no son cancelados porque el proveedor es un compañerito del Partido.

El Ministerio de Educación ha mantenido una férrea disposición para incumplir el pago de sus obligaciones, no obstante tener los recursos para hacerlo. Pero debemos que estos caso, la mayoría, son previamente seleccionados y deben cumplir requisitos inverosímiles para recibir el pago. Pero hay excepciones, si el propietario está debidamente posicionado sea políticamente o con amistades pudientes en el tren administrativo, los pagos fluyen generosamente. Ejemplo, la señora a la que se otorgó un estipendio de más de 47 millones de pesos, para comprobarse posteriormente que el Estado había sido víctima de una estafa.

Si usted, Señor Presidente, no desea que su popularidad se disminuya paulatinamente, debe nombrar una comisión o un grupo de veedores que previamente verifiquen la etapa en que se encuentra la obra, antes de que se le lleve a cometer una injusticia, inaugurando edificaciones que no han sido terminadas; o en que los propietarios de los terrenos no han sido indemnizados; o que miembros de la OISOE mantengan extorsionados a los constructores.

A manera de colofón debo señalarle que los ojos de la mayoría de los votantes están puestos sobre su figura, lo cual implica que de su desempeño contra la corrupción que entraña la extorsión y la prevaricación depende su continuación en el poder; a menos que haga suya la sentencia de nuestro colega y amigo el doctor Euclides Gutiérrez Félix, cuando aseveró “en política se hace lo conveniente para mantener el poder”. De obrar de ese modo sólo nos queda parafrasear a Cervantes en su magnifica obra Don Quijote de la Mancha cuando escribió “ Cosas veredes Sancho”.

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