Señoras y señores enamoraditos de Bienales, se han preguntado : ¿y la Bienal 29 para cuándo?…

Señoras y señores  enamoraditos de Bienales, se han preguntado : ¿y la Bienal 29 para cuándo?…

Cuenta la leyenda de multitudes
que cuando le hablan de Bienales
un contento montaraz le estremece
el alma, porque adora el abejoneo popular
mirando cuadros en paredes gigantes…

Para Ada Balcácer, más allá de abril y sus asfaltos de fuego…
Cuando miro las montañas tupidas de Ponce, Puerto Rico, y voy camino al Museo de Arte de Ponce, veo abejoneo de grandes grupos contentos, la vida se les convierte en otra leyenda, es cuestión de pisar el Museo, planeta divino de los ojos encantandos, altar libre de hombres y mujeres en la proposición de ideas, ficciones, locuras, inventos, revelaciones, ilusiones, es decir todo aquello que hace lo lúdico una profunda razón para vivir.
El enunciado arriba expuesto, debe tener alguien o un equipo, que trabaje en un Museo, para que estas cosas tengan ese sesgo fundamental que los seres humanos le regalan a otros seres humanos, en nombre de la vitalidad y la trascendencia.
LA RESPUESTA AQUELLA DE ERNST FISCHER VUELVE EN EL TIEMPO DE BIENALES: ARTE PARA NO MORIR.
Cuando miro, vuelvo y miro, una grata algarabía de alegrías y risas, me hacen pensar en los nuestros, aquellos que están del otro lado del mar, los míos…
En otras palabras: no se puede gerenciar arte y necesidades populares, no populistas ni demagógicas, sin tener una pasión esencial para crear esa magia que devuelve a la gente una grata esperanza de vida, mientras vida tiene…
El arte, por sí mismo, no cura todo, pero tengo la fe inmensa de que sí cura muchas cosas, lo he vivido, lo he visto, lo creo, lo fomento, lo propago, lo extiendo, lo inculco, lo proclamo a los 4 vientos, a veces con muchos dolores de pupilas irredentas…
Vuelvo a pensar en alguien olvidado, que hace muchos años conquistó a mi generación con La Necesidad del Arte, en especial , y otro libro acusado de revisionista en su momento, llamado Arte y Coexistencia. Me refiero a Don Ernst Fischer (*). Su Necesidad del Arte se convirtió en un manual de iniciación a la estética marxista, muchos ahí se quedaron ilustrando el sobaco de rojo desabrido y deformando aquellas ideas, que si bien hoy no son vanguardia de la teoría estética del siglo XXI, en esos tiempos daban una idea del caudal humanístico de aquel hombre.
En aquel viejo libro, Fischer lo tenía claro: había y hay una relación entre nuestra humanidad de hoy y el arte como experiencia única, como gran puente en tiempos de confusión y antihumanismos.
Esos valores reclamados en su viejo libro Arte y Cohexistencia tienen hoy una vigencia absoluta, tanta que la idea de afirmar que el arte es el último recurso que tiene el ser humano para detener la guerra y su muerte súbita, su vocación a la tragedia de masas y un temible etc. alucinante, es curiosa y vigente.
Él lo advirtió y cabe en este artículo, porque hasta Ponce, Puerto Rico, ha llegado en una larga conversación, mirando a la gente y su honda alegría de museo…
¿Qué tiene que ver todo esto con la futura Bienal Nacional de Artes Visuales número 29?…
La respuesta no se hace esperar, no la doy yo (fuñón de bienales, fichado y buscado por comecheques y burócratas redomados e impenitentes), la da Camilo Yáñez, 35 años, de Chile curador y amante de Bienales. Fue curador en Porto Alegre, Brasil 2009, de la Bienal del Mercosur entre otras responsabilidades, su frase es corta, pero contiene a la República Dominicana.
Dice Yáñez: «Hay que entender que en cosas del arte se trabaja con expertos. Y no solo con curadores expertos. La administración tiene que tener un expertise»…
Ahí se los dejo. Cito a este señor, porque es otro apasionado latinoamericano, medio fischeriano me luce, en eso de la visión del arte, lo popular, las multitudes y la calidad de lo que se debe ofrecer a la audiencia.

ANATOMIA SINCERA: CÓMO SE HACE UN MANUAL PARA FRACASOS DE BIENALES PASADAS. AMÉRICA TOMA TU ALFILER…QUE TE LO QUIERO DEVOLVEI…
Para trabajar de modo obstinado para un fracaso Bienal, busque una persona que le haga una estrategia de medio, ridícula.
Noticas de prensa azarosas, papelitos de mala muerte que van directo al terrible zafacón de las redacciones de periódicos impresos, o en su defecto la triste muerte electrónica, es como si se dijera: «Te veo como texto en la pantalla maldito, pero eres tan soso y soquete como texto, que ahí te quedas condenado, no circularás, no tienes gracia de bienal posible, ramplón, cabrón»…
Bien, para tener el combo del fracaso completo envíe gente a la televisión que se contradigan entre ellas, sin saber el objetivo de lo que se explica (Tened cuidado, tengo el video), acuda de paso al ADCA, siglas natimuerta de una Asociación de Críticos de Arte que siendo privada y ciudadana, no tiene ni supina idea de qué es lo estatal y cuál es su rol frente a lo oficial.
Ese connubio, que siempre huele a chanchullo, es lo normal cada vez que se hace el evento. La asociación no está solita en este ejercicio de confusión interesada. Le sigue el famoso Colegio de plásticos ellos, que tampoco nunca han sabido dónde esta el límite de sus dignidad profesional frente a lo estatal, es decir y ellos se juntan for ever and ever…
Agregue además a ello, vacío de publicidad para los eventos: Blandino es una fiesta de Lux en comparación con los conciertos programados para dizque acompañar las Bienales.
En palabras musicales llanas: se hace el picoteo musical, se disfraza de «Jazz estamos acabando sin empezar» y listo. Los aplausos quedan a cargo de los 3 gatitos de público que se van a sus casas más aburridos que un bostezo chino a la hora de cerrar…

En consecuencia, se cierra el telón y se ha cumplido con la Bienal de turno, espere dos años más para lo mismo y con más muermo…

¿QUEREMOS UNA BIENAL 29 CON ESOS ATRIBUTOS DE MUERTE ANUNCIADA DE BIENAL POSIBLE.

Noooooooooooooooooooooooooooooo
oooooooooooooooooooooooooooooooooo
ooooooooooooooooooooooooooooooooo
ooooooooooooooooooooooooooooooooo
oooooo !!!

No la queremos de ese modo. Porque la gente que paga la Bienal tiene derecho a mejores proposiciones de Bienal.
La gente ha vivido y tiene buena memoria de cómo se hace una buena. Excelente Bienal.
Porque hacer una bienal, lo pienso en Ponce desde el Museo de Arte de esa bella ciudad de Puerto Rico, no es cumplir con un salario, se necesita más que eso.
Se necesitan menos sacos y mejores conciencias del valor de lo que es una Bienal.
La nuestra desde 1942, ya debiese ser un patrimonio de la humanidad como pudiera ser la de Sao Paulo o Venezia.
En el caso nuestro, no podemos ser candidato, porque los altibajos han sido tan grandes, que a pesar del mejor espíritu de los fundadores republicanos españoles, le hemos fallado e incluyo por pudor, no por obra de hecho, ojo…

Es hora de que se le devuelva a la Bienal Nacional de Artes Visuales su glamour, su vigoroso espíritu, forjado en el desvelo de alguna gente que ya no está y que merece nuestro respeto por su entrega y entusiasmo: aún le debemos a don Frank Marino Hernández, el nombre de una Bienal, esa promesa no ha sido cumplida, no todos somos faltos de memoria.

Estamos a tiempo para evitar el fracaso conocido de nuevo, que siempre pasa bajo la puerta sucia de la conciencia del deber, como parte del cumplimiento vago, con el salario del mes…

Desde Ponce, mirando las grises montañas ponceñas, en medio de un bello museo, he recordado de repente todas estas menudencias Bienales, prometo, no publicarlas, ay cielito ponte gris !!!! (CFE)…

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