Sensatez y cordura en el reformismo

Sensatez  y cordura en el reformismo

El Partido Reformista celebró su asamblea programada para sus reformas estatutarias en completa armonía y con una ejemplar demostración de unidad. ¿Vencidos, vencedores?, no los hay. Creemos en cambio que el único ganador ha sido el propio partido que sale fortalecido de una prueba de fuego, que no pocos creyeron imposible de vencer. Primó sin duda la sensatez y la cordura entre dirigentes pensantes que antepusieron sus diferencias en beneficio del colectivo que es la base de sustentación de todos. Pasada esa asamblea y aprobadas las reformas estatutarias que adecúan el reformismo al mandato constitucional y lo colocan en el camino de la modernización, con plena aceptación pública, es necesario que esa dirigencia demostradamente sensata, se aboque en presentar al país una fórmula de consenso para la renovación de sus autoridades que selle los avances obtenidos a través del diálogo sin exclusiones en la recién pasada reunión de dirigentes. En el reformismo falta un tortuoso camino por recorrer para que ese partido pueda rescatar el sitial preferencial que debe corresponderle. No hay dudas de que se ha dado un paso importante de avance, es así como pueden vencerse los obstáculos que se encuentren en esta marcha sin retorno que han emprendido los reformistas. Aprovechar lo que se ha logrado no desde ahora, sino desde que se decidió construir hace cuatro años un proyecto de partidario consecuente con los nuevos tiempos, es la dirección correcta a seguir. Siempre que se respete la decisión que surja de la voluntad mayoritaria representación legítima de las asambleas, el Partido podrá sin mayores inconvenientes, rescatar la credibilidad y confianza indispensables en el electorado, que le haga nueva vez merecedores de su respaldo. Los reformistas, han demostrado en innúmeras ocasiones que pueden resolver sus diferencias internas de manera civilizada, habrá suficiente tiempo hasta enero veintiséis, para meditar acerca de lo que más conviene para el futuro de esa institución política. Si realmente lo que se quiere es afianzar el partido y allanar el sendero en busca de propósitos mayores, entonces sin duda el consenso y el diálogo es la vía más conveniente.

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