Los jueces que condenaron a 10 años de prisión al ex presidente del Banco del Progreso, Pedro Castillo, consideraron que tanto las pruebas testimoniales, documentales como periciales que se debatieron a lo largo del proceso dejan subyacer que por la gravedad de los hechos otros tenían conocimiento.

“Es prácticamente imposible que otras personas o entidades no estuvieran al tanto y con conocimiento de lo que a diario acontecía alrededor del entonces presidente del consejo directivo de la entidad bancaria”, se consigna en la sentencia.  Se estableció que Castillo desvió fondos del banco a través de sus empresas Carlow Ventures, Linx Aviation, Gaviota del Sol, Tenedora Pelicano, Palmyra, Inmobiliaria Mercas, Olmist, Sociedad Costera Castiplan, Oakhill Ventures, Karamsar y Kalipso Investments. La querella  fue incoada  por  Roberto Bonetti, Berndt Ladurner, José Diez Cabral, Juan Bautista Vicini, Miguel Barleta, Rafael Perelló y Andrés  Pastoriza.

Castillo  fue condenado por el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional a 10 años de prisión en la cárcel de Najayo, San Cristóbal. El tribunal es presidido por la magistrada Alina Mora e integrado por Rafael Pacheco y Natividad Ramona Santos. La sanción incluye el pago de una indemnización de 12,200 millones de pesos como j reparación por los daños  y  multa de RD$2 millones.

Empresas

El tribunal constató por las pruebas aportadas y especialmente por el informe pericial del 30 de diciembre de 2006 que la empresa Carlow Ventures adquirió acciones del  Grupo Progreso con fondos distraídos por el imputado. Asimismo, que  el pent-house de la avenida Anacaona, a nombre de Gaviota del Sol, fue adquirido y decorado por Castillo con fondos  de la entidad. El sentenciado utilizó sus compañías para la compra  con dinero del Progreso de unos solares en Jarabacoa,   atracaderos en la Marina de Chavón,  un solar en Punta Cana, un  helicóptero y otros bienes, según la sentencia.