Sentencia Baninter

Sentencia Baninter

UBI RIVAS
El 22 del presente mes de octubre, el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional dictaminó una condena de diez años de prisión, multa de RD$2.5 mm y una indemnización de RD$63,000 mm contra el ex-banquero Ramón Báez Figueroa.

También, condena a la misma pena de diez años de prisión al financista Luis Alvarez Renta, más una multa de cien salarios mínimos del sector público, unos RD$60 mil.

El tribunal, integrado por los magistrados Antonio Sánchez Mejía, Pilar Refino y Giselle Méndez, exculpó de cargos a la señora Vivian Lubrano y a Jesús María Troncoso Ferrúa, pero condenó a Marcos Báez Cocco identificándolo culpable de ocultación de datos, antecedentes, libros y documentos varios.

Todos eran las personas de mayor confianza de Báez Figueroa, en operaciones bancarias practicadas no en un día ni un mes, tampoco en un año ni dos, sino por varios años que produjeron el colapso del Banco Intercontinental y un faltante de RD$55 mil mm, unos US$1,500 mm.

En los tiempos en que se rumoraba, como río «botado» que habían problemas de liquidez en el Baninter, un amigo de infancia me llamó desde Madrid, España, preguntándome mi parecer en torno a esos rumores.

Debido a que he sido por medio siglo un comunicador que siempre he cuidado de respetarme y no difundir situaciones que no pudiese comprobar, respondí a la persona que me inquiría sobre un parecer sobre el cual no disponía de elementos ni pruebas para poder aseverar nada, que a mi entender y conocimiento, el Baninter iba normal.

También conocedor que el rumor tendente a desestabilizar una entidad bancaria, es penalizado por la Ley Monetaria y Financiera, como advirtió al doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez, principal defensor de Báez Figueroa, el superintendente de Bancos, Rafael Camilo, a quien identifica como propagador de rumores para desestabilizar a un banco. (El Nacional 25-10-07, página cinco).

La sentencia del Primer Tribunal Colegiado del DN ha sido aplaudida y criticada por diversos abogados y políticos, pero lo cierto es que en el desfalco al Baninter por RD$55 mil mm, como los también desaparecidos Banco Nacional de Crédito por RD$22 mil mm y el Banco Mercantil por RD8 mil mm, alguien debió y aún debe en el caso de los otros dos bancos, encontrarse culpable.

Porque ningún banco quiebra solo, ni por la actitud de sus ahorrantes, a menos que acudan en estampida a retirar sus depósitos por una alarma real ó aventada perversamente.

El asunto es que por ejemplo, en Estados Unidos, que es el país referencial para el 99% de los dominicanos para todo, un banquero es incapaz de con los recursos del banco que preside o del cual es alto funcionario, prestarse así mismo nisiquiera para adquirir un carrito de hot-dog, porque la Reserva Federal (Banco Central), lo prohíbe.

En los casos de los bancos colapsados que comento, es evidente que las autoridades monetarias, el Banco Central y su organismo paralelo, la Superintendencia de Bancos, resulta imposible que no monitoreara todo lo que ocurría en los tres, y el gran pecado es consentir que todo continuara como si se procediera correcto, que ignorara lo que estaba pasando, porque entonces, la pregunta que todos nos hacemos es: ¿Para que están?.

Son inquietudes que reflotan en el pensamiento del menos avispado, del menos entendido, hasta del más menso, porque resulta inexplicable que dos organismos que por ley tienen la obligación de monitorear el desempeño bancario actuaran con una abulia tan grande como sospechosa. O viceversa.

De ninguna manera, en lo que a este servidor concierne, propicio condenas ni absoluciones, sino que expongo razonamientos elementales, siempre teniendo en cuenta que los medios de comunicación y los comunicadores lo que debemos constrenirnos es a informar, porque de condenar para eso están los jueces, que no hablan de informaciones, sino que lo hacen por sentencias.

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