Sentido de servicio

Sentido de servicio

Hasta hace poco, la comunicación era casi sólo de una sola vía. Pero ya la tecnología ha permitido que las personas no sólo lean lo que los comunicadores plantean, sino que se pueda interactuar con ellas de manera directa.

Se trata de algo muy valioso, pues dicen que el pueblo es poseedor de una sabiduría a la que si se le presta la debida atención, es mucho lo que puede enseñarnos.

Hace poco un lector me preguntaba si es que las instituciones religiosas del país no están organizadas de tal forma que sus recursos humanos e infraestructurales puedan ser utilizados al servicio del pueblo y, especialmente, de los más necesitados y de los que sufren.

Siendo más específico, la pregunta sería: ¿Dónde están todos los médicos, maestros, bionalistas,  especialistas y servidores humanos de las iglesias? Y la respuesta pura y simple sería que forman parte de ese conglomerado de profesionales que hacen su trabajo por contrata privada o pública o de manera  personal.

Los pocos centros con rótulos religiosos que existen en el país operan con la misma dinámica de lo puramente empresarial. La educación que se da en el marco de la religión es tan costosa como cualquier otra. En ocasiones está por encima de lo puramente secular.

Y lo mismo ocurre con la medicina.

Los practicantes de fe junto con sus organizaciones no han sido capaces de ponerse de acuerdo para aunar una visión y esfuerzo a los fines de mitigar de manera solidaria el dolor de los desamparados de la sociedad.

Lamentablemente todo se ha quedado en un trabajar sólo en el plano puramente espiritualista, pero sin tocar por amor las necesidades de los humildes en una sociedad cada vez más individualista, indiferente y mezquina. Es algo penoso.

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