Separa reformas y desarrollo económico

<p>Separa reformas y desarrollo económico</p>

POR GERMAN MARTE
El economista Miguel Ceara Hatton, director de la Oficina de Desarrollo Humano del PNUD, afirmó ayer que las reformas tributarias no necesariamente tienen que ver con el desarrollo económico.

Dijo que en el país se generado una discusión, sin mucha validación empírica, de que el crecimiento de los 90 obedeció a aquella propuesta de reforma que surgió ocho de agosto de 1990 y que se llamó la nueva economía, en la que se anunció un paquete de reformas que iban desde la reforma arancelaria, zona franca, reforma fiscal, ley de inversión extranjera, propiedad intelectual y otras, todas ellas contenidas en el «Consenso de Washington».

Empero, subrayó que las reformas de 1990 no explican en nada el crecimiento experimentado por la economía dominicana durante la década pasada.

Ceara Hatton hizo los señalamientos al comentar el informe del Banco Mundial sobre la Economía Dominicana, dado a conocer ayer en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).

El economista recordó que los ejes dinámicos del crecimiento económico de los 90 fueron zona franca, turismo y telecomunicaciones, «y ninguna de las reformas de los 90 estaban dirigidas hacia esos sectores».

Ceara Hatton precisó que el crecimiento del sector zona franca obedeció a factores externos como el acuerdo multifibra y el acceso a los beneficios de la Cuenca del Caribe, mientras que en el caso del Turismo el marco legal es de los años 70.

Recalcó que las reformas de los 90 no juegan un factor determinante en el crecimiento económico.

Asimismo, explicó la economía dominicana siempre ha dependido de las exportaciones; antes fue del azúcar, cacao, café y tabaco, pero luego cambió debido a la apertura comercial de los años 80, que implico rebaja de los aranceles.

Y en este sentido significó que hay suficiente evidencias de que es el desarrollo de un país lo que determina su apertura, y esta no es más que un instrumento. Ambos elementos están asociados, pero no hay causalidad entre uno y otro.

Indicó que Haití es el país con la mayor apertura comercial, y sin embargo no es un país desarrollado.

En cuanto a la dinámica social, el economista señaló que la dinámica económica, sobre todo en turismo y zona franca, no demanda mano de obra calificada y por eso no hay movilidad social.

Dijo que a largo plazo, este modelo implica que la calidad de la fuerza de trabajo no sea un requisito del crecimiento y de la expansión de la economía.

Empero, consideró que mientras no se modifique ese modelo no habrá mejoría en las condiciones de vida de la gente y todo se quedará en discursos de buena voluntad.

En otro orden, el economista señaló que mientras el país no resuelva sus problemas institucionales no logrará avanzar.

Señaló que una sociedad tan desigual como la dominicana, genera instituciones que a su vez reproducen desigualdad, «tenemos una cultura política que genera y reproduce desigualdad», se da una apropiación privada del Estado, lo cual requiere un gran esfuerzo de la sociedad, pues no habrá posibilidad de desarrollo mientras no impere la ley.

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