Separación parejas convierte a hijas en sustitutas madres

Separación parejas convierte a hijas en sustitutas madres

Ana Teresa es una adolescente de 14 años que antes de esa edad quedó frustrada al ver a sus padres divorciarse, y tuvo que dejar de ir a la escuela para cuidar de sus cuatro hermanos menores que ella. Como ella hay miles de muchachas.

Se convirtió literalmente en mamá de sus hermanos, debido a que la madre de todos tuvo que dedicarse a trabajar fuera del hogar para sostener a los hijos, en ausencia del padre, que partió del hogar y, por ende, su colaboración disminuyó.

La historia de la desdichada joven la narra la gerente de Proyectos de Desarrollo de Áreas de Visión Mundial, Yoselín Rivera. Expuso el drama de las “Anas” a decenas de estudiantes del liceo nocturno Matías Ramón Mella, un ejemplo de cómo se convierte en una tragedia la vida de una muchacha por la separación de los padres.

El drama se agudiza en las zonas más pobres, porque ante las carencias económicas es obligatorio quelas progenitoras extiendan las horas de trabajo para paliar la disminución del aporte de los padres que han dejado el hogar.

En algunos casos, las hijas más grandecitas, pero menores de edad salen también a trabajar. Como trabajadora de los derechos de la niñez, Rivera participó en un diagnóstico nacional, en el que los niños identificaron la violencia como uno de los principales temas que los afectan en la familia. Por esta razón demandó del Estado proteger a la familias pobres, como forma de garantizar estabilidad a la niñez

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