En septiembre de 1964 se celebraron elecciones en Chile, ganando Eduardo Frei Montalva, que siendo el primer presidente Socialcristiano de América, despertó mucho entusiasmo entre quienes nos cobijábamos bajo esa ideología, razón por la cual jóvenes del entonces PRSC, junto a dirigentes universitarios y estudiantiles, organizamos una actividad en el local del desaparecido partido, en la calle Mercedes esquina Palo Hincado, frente al parque Independencia.

Aunque el objetivo primario era celebrar el triunfo de Frei, ninguno olvidábamos que un año antes se había producido el fatal golpe de Estado contra Juan Bosch, y representaba un buen escenario para reiterar posiciones por el retorno a la constitucionalidad.

A tal efecto fueron convocados todos los organismos y se instalaron grandes bocinas hacia el Parque Independencia, y desde tempranas horas de la tarde se pasaban mensajes en la voz de Frei hablando a las juventudes, mujeres, campesinos, mineros, etc., así como la marcha del partido.

Los mensajes y la música estaban controlados, pero con el entusiasmo, algunos dirigentes con dotes de oradores motivaban y lanzaban mensajes, que si bien tocaban lo referente al triunfo socialcristiano de Frei, dejaban escapar eslogans contra el triunvirato y el retorno a la constitucionalidad.

A prima noche comenzaron a aparecer guaguas celulares, como se les llamaban a los vehículos policiales de los cascos blancos, dando vuelta alrededor del parque y apostándose frente al Restaurante Mario en Las Mercedes y al 1 y 5 en la Palo Hincado. Pero continuaban llegando jóvenes, creciendo el entusiasmo, y porqué no decirlo, caldeándose los ánimos, lo que provocó que los eslogans contra el gobierno se acentuaran.

Fue entonces cuando la policía comenzó a disparar gases lacrimógenos dentro del local para dispersar el encuentro y acallar las bocinas, obligando a algunos jóvenes a utilizar el poste de luz que había en la esquina para deslizarse desde el segundo piso y llegar a la calle. Mientras, un grupo de dirigentes tomamos la decisión de salir a conversar con los agentes de la policía.

Tratando de explicarle a un oficial que no se trataba de un mitin para quebrantar el orden público, si no, de un acto festejando el triunfo de Frei en Chile, quisieron apresar a varios, lo que provocó forcejeo, empujones y amenazas, cuando apareció el Cor. Caamaño, quien se dijo que comandaba las tropas, y los ánimos se calmaron, pero la celebración terminó de mala manera.

En ese primer encuentro de Caamaño con los socialcristianos, él expresó que le habían informado que se trataba de “comuñangas”, pero se había dado cuenta que en realidad éramos “socialpistolas”. El segundo encuentro se produjo, cuando iniciada la guerra de abril, nos entregó ese mismo local que había sido ocupado por el ala conservadora del PRSC, con el beneplácito del Triunvirato, luego de firmado el Pacto de Río Piedras. Ocurrió en septiembre, mes en que se fue el inolvidable amigo Yaqui Núñez que junto a otros estuvo presente en esas jornadas.