SÉPTIMO ARTE
El cine.do  y su Ley

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Aunque  estemos conscientes de que a hacer buen cine no se puede aprender  a través de una ley, estamos seguros de que a través de la ejecución de los mecanismos que la Ley de Cine  plantea, se pueden crear las condiciones necesarias para beneficiar tanto a los cineastas como al público receptor de sus trabajos. Hasta hacer del cine dominicano un producto del que todo el país pueda sentirse orgulloso y que esté en los estándares del cine de autor o del cine independiente internacional.

Y es que la Ley de cine abarca todo lo relacionado con esta industria cultural, incipiente y necesaria, bajo la premisa de que la misma no puede desarrollarse sin  el amparo estatal y la iniciativa privada.

No han podido hacerlo las grandes potencias del mundo y no lo podemos hacer nosotros, por la sencilla razón de que el proceso es muy caro y tiene amplias dificultades para ser rentable. Sobre todo, si como el nuestro, es un cine prácticamente desconocido en el mercado de películas y otros productos audiovisuales para la gran pantalla.

Por eso, tras  estudios realizados por expertos internacionales con la participación de todas los sectores vinculados al proceso cinematográfico en el país, se estructuró un proyecto de Ley que prevé todas las dificultades que afectan la competitividad del cine realizado por los dominicanos y las que impiden que grandes productoras -o pequeñas- usen el país como escenario de grabación. El ámbito es tan amplio que lo cubre todo, desde “la creación, producción, distribución, exhibición y formación cinematrográfica y audiovisual e industrias técnicas conexas”.  Entre las razones que justifican  esta ley está el hecho de que entre sus fines está la “promoción de una cinematografía desde un contexto de identidad nacional”, que en consecuencia, lo convierte en materia de interés público y social.

Porque si bien hasta hace un par de años, el cine dominicano vivía su época de mayor apogeo, hasta con una media de 5 a 7 películas en un año, también hay que decir que la media en los últimos dos años ha sido de menos de 3 películas por año. 

Esa disminución puede ser achacada a muchos factores, que la inspiración de la ley contempla: baja oferta de producciones, altos capitales que requiere, los riesgos de recuperación muy altos, la limitada posibilidad de obtener beneficios, el escaso aliciente a la inversión extranjera y las dificultades de organizar empresarialmente este proceso.

Más  el de la distribución y los espectadores. En el país existen apenas unas 130 pantallas de cine, que están concentradas en sólo seis provincias de las 34 que existen.

Por eso, la ley contempla un capítulo para la construcción de salas de proyección para la mayoría de provincias del país, un proyecto a largo plazo que democratizará el sano placer de ocupar una butaca en el cine.

Datos sobre el cine y  procesos en otros países

México

Es el único país que invoca la obligación estatal con el cine en su constitución.

Brasil y Argentina

Producen cada uno más de 50 películas al año, lo que representa muchos ingresos y muchos empleos directos e indirectos.

Venezuela

Evacuó en el 2005 una ley tan ambiciosa que pretende convertirse en el país del cine.

Más del 50%

Francia, España, Brasil, Argentina y Colombia financian por lo menos el 50 por ciento del costo de cada película.

Colombia

Ocupa el cuarto nivel entre los países productores de películas produciendo en el 2007  unas 14 películas o largometrajes.

Estados Unidos

En relación a la industria del  entretenimiento y culturales, esta aporta mucho al PBI, hasta un 7.8.

Opiniones y detalles ante la Ley de Cine

Gonzalo Castellanos

Dirigió la estructuración de la ley

Esta Ley es  original y está basada en la realidad dominicana, pero tiene similitudes con las con las legislaciones  brasileña, española, argentina y colombiana. Pero hay que destacar que es  mucho más ambicioso y fuerte que cualquier otro  tipo de instrumento similar existente en la región”.

Manny Pérez

Actor y director dominicano

Siento que la aprobación de esta ley es un gran paso en la dirección correcta. Permitirá poner  nuestro país en la mira de Hollywood. Tenemos  mucho que ofertar; desde  las   locaciones, al gran talento de  actores y actrices, y  fantásticos técnicos profesionales de todas las áreas de la industria”.

Luis Beiro

Escritor y cinéfilo

Por eso llamo la atención, sobre todo a nuestros cineastas, a cerrar filas alrededor de esta ley con independencia de lo que pueda hacer nuestro Estado. Ellos son los únicos capaces de no permitir que la misma se manipule y se descontrole cuando así lo decida quien esté de turno”.

Manuel Jiménez

Dir. Cultura, Cámara diputados

Ya tenemos Ley de Cine, uno de los retos más grandes  en materia legislativa.  Recayó sobre nosotros el darle a la República Dominicana una ley de cine que represente los mejores intereses  para todos”, escribió el diputado Manuel Jiménez el pasado lunes en su página de Facebook.

José María Cabral

Cineasta

Me informan que ya aprobaron la Ley de Cine (escrito en su Twitter a las 5:52, del pasado lunes 22 de julio, 2010).  Luego a las 6:01, agregó “un poco difícil explicar por aquí, pero es súper positivo para todos los cineastas. Comentario: “más empresarios invertirán en hacer película!” A las 6:06.

Charlie Mariotti

Senador

La Ley tiene su objetivo claro. Establece un marco jurídico totalmente favorable para que  el país sea sembrado de salas de cine. Contempla hasta exención de impuestos para su construcción y promueve el crecimiento de una casta técnica y de nuevos inversionistas”.

En el nombre de la Ley

Esta ley tan esperada como controvertida enfrentó durante un tiempo a los creadores de la misma con los que -llegada al Congreso- pretendieron modificarla.

 El hecho de que ambas cámaras hayan aprobado la primera Ley del Cine del país es motivo de mucha alegría para los miembros de la  Asociación Dominicana de Profesionales de la Industria del Cine (ADOCINE), que preside el afamado director de fotografía Peyi Guzmán.

Consultado por Areíto el presidente de Adocine dijo que “todos estamos muy contentos porque teníamos seis años esperando este momento. Ha sido un parto”.  Peyi Guzmán entiende que si los estímulos fiscales que contempla la ley se aplican “se va a hacer mucho cine en este país”.

Defendió el aporte de Manuel Jiménez y los miembros de la Comisión que estudió, revisó y amplió la ley y que estuvo    compuesta por diputados y senadores entre los que destacan, Charlie Mariotti y Cristina Lizardo.

Con esta Ley, según Gonzalo Castellanos, escritor colombiano que vino al país a trabajar en la elaboración del anteproyecto del Cine y de la Ley del Libro, ambas ya aprobadas “se pretende  responder a cada momento del proceso con instrumentos muy concretos”.

El crítico Félix Manuel Lora, que estuvo involucrado desde  el 2004 hasta que  fuera aprobada por ambas cámaras,  explica que la ley: “tiene sus incentivos fiscales como las inversiones a los proyectos cinematográficos que se realicen en el país tienen derecho a deducir o calcular el valor invertido para fines de pago de la renta a impuestos internos, también habrá incentivos a aquellos que construyan salas de cine. Exoneraciones  de pagos de impuestos municipales, exención de Itebis para las películas extranjeras, entre otros incentivos”.

Luis Beiro, crítico y cinéfilo, refiere:  “De mi parte, siempre apoyé el proyecto de Ley elaborado en primera instancia pues soy un defensor de que el cine, al igual que la cultura, debe ser apoyada por el Estado y no por el sector privado que, en resumidas cuentas no se preocupa nada por la cultura, salvo rarísimas excepciones. Pero el apoyo estatal debe ser sin exigirle al cineasta o al artista nada a cambio; exigirle solamente que realice una obra de calidad, porque si no, estaríamos en lo mismo”.

“La ley de cine es algo que ha sido un anhelo  desde  mediados de los 90´s   cuando comencé a incursionar en el cine.  He pedido a gritos una ley que muchos otros países ya tenían”, explica Freddy Vargas, cineasta dominicano residente en Estados Unidos. “Este es un gran paso para los dominicanos  que tenemos mucho que contar en  cine y con el apoyo de esta nueva ley podremos garantizar la preservación de nuestro patrimonio cultural”, expresó.

Nuevos organismos.  Ahora hay que ver   la promulgación de la ley por el Poder Ejecutivo  y el nombramiento de los que comandarán las nuevas  entidades que la misma ley crea.  La Dirección Nacional de Cine (DGCine) y el Fondo para la Promoción Cinematográfica (Fonprocine) con el fin de capitalizar y ejecutar  lo que la ley contempla. Todos los impuestos del cine,  de la boletería a  las palomitas, irán a parar a  Fonprocine y será supervisado por el Ministerio de Cultura.  También nace con esta ley el Consejo Intersectorial para la promoción de la actividad cinematográfica (Cipac) en la República Dominicana.

La ley permitirá una mayor participación de inversionistas en el área, que podrán liberar del pago de impuestos  un 25 por ciento del gravámen total   si lo invierte en esta cadena de creación y preservación del cine dominicano.

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