Sepulcros blanqueados y el cerco mediático del PLD

Sepulcros blanqueados y el cerco mediático del PLD

En días pasados, hablando ante hombres de armas simpatizantes de su candidatura presidencial, Hipólito Mejía se refirió a la “patología de la libertad” utilizando así una expresión ingeniosa comprensible a todos los públicos para referirse al estado de indefensión en que está la población dominicana ante los desmanes de la delincuencia individual y organizada que no es otra cosa que libertinaje.

 La  absoluta impunidad en que estos sujetos hacen sus fechorías  en el gobierno actual, el abuso de las libertades para servir fines perversos  y de actuar desde el gobierno con desenfreno al margen de las normas éticas  elementales de convivencia democrática, disponiendo a su antojo de los recursos  del Estado, comprando medios, programas, periodistas e interactivo como hace el gobierno actual y el binomio “Leonilo” o Danilo-Margarita, es algo digno de atención y rechazo.

Como el PLD ya nada puede ofrecer que no haya ya incumplido ante el electorado. El cerco mediático que periodistas y plumíferos venales, utilizando todos los espacios, están siempre al asecho de lo que pueda hacer o decir Hipólito Mejía, para tratar de sacarle partido con interpretaciones alambicadas, sin darse cuenta de que con eso se mantienen a la defensiva, incitando al público a escuchar a su adversario. Son verdaderos sepulcros blanqueados en la acepción cristiana de la política moderna.

Que algunas cosas de Trujillo resultaron para bien, es algo que los antitrujillistas de verdad, no los de pacotilla, sabemos y hemos analizado, aunque comprendiendo que fueron efectos secundarios a su afán de riquezas y reinado del terror; porque 32 años no pasan en balde.

La paz forzada y la disciplina de hierro que éste propició, tuvo algunos efectos positivos,  aunque no se equiparan a los negativos.

El servicio militar voluntario implementado por el gobierno de Mejía fue todo un éxito, que creo merece ser reproducido para canalizar energías juveniles hacia el bien y la disciplina. Su nivel de tolerancia y respeto a la democracia, a la libertad y a las diferencias grupales es algo que disfrutamos todos los dominicanos, que no se puede cambiar en base a mentiras y suposiciones falsas.

En cuanto a que se requiere mano dura para perseguir a los delincuentes, ésta es tan necesaria como la educación, el trabajo, la salud, la justicia, y de acuerdo a la magnitud de las penas que corresponden, sin excesos pero con firmeza. La impunidad rampante que padecemos no puede continuar.

 Eso todos se lo agradeceremos, pues el país lo necesita y lo espera del Presidente Mejía, porque del PLD no se puede esperar nada de nada.

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