Los restos del dirigente reformista Ramón Bona Rivera, de 61 años, fueron sepultados ayer en el cementerio Cristo Redentor en medio de manifestaciones de dolor de familiares, amigos y dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano.

Previamente, el cadáver fue velado en la funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln, donde desfilaron dirigentes reformistas, funcionarios y amigos a dar el pésame a los familiares.

Bona Rivera, quien murió en un accidente automovilístico  el pasado domingo, fue administrador del Instituto de Auxilios y Viviendas (INVI) y de la Lotería Nacional y regidor del Ayuntamiento del Distrito Nacional.  Fue articulista del periódico HOY.

Le sobreviven su esposa, Josefina Casanova, y sus  hijos Anthony, Miguel y Carlos

El diácono Freddy Vargas, al oficiar una misa de cuerpo presente en la funeraria, dijo que el nombre de Bona Rivera significa la fuerza de Dios.

Alabaron sus virtudes el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu; el presidente del PRSC, Quique Antún; el presidente del Instituto Duartiano,  José Joaquín Pérez Saviñón, así Andrés Vanderhorst, Fausto Cepeda,  Fernando Álvarez Bogaert y Víctor Gómez.

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Los asistentes

1.   Por la funeraria pasaron los dirigentes reformistas Quique Antún,  Víctor Gómez Casanova, Amable Aristy Castro y Ramón Rogelio Genao.

2.  También fueron a dar el pésame el presidente de la Junta Central Electoral ,  Julio   César Castaños Guzmán, el canciller Carlos Morales Troncoso, Héctor Rodríguez Pimentel, Humberto Salazar y Eduardo Selman.