Los restos del primer teniente de la Policía Roberto Piña, de 30 años, fueron sepultados ayer en el cementerio Cristo Salvador, de San Luis.
Piña murió en un enfrentamiento a tiros con un alegado asaltante en el sector Las Colinas de los Ríos, en la capital. Dejó en la orfandad a cinco hijos procreados con su esposa Claribel Ramírez.
El panegírico fue pronunciado por Eulalio Pujols, cuñado de Piña, quien lo definió como una persona ejemplar, generosa y de espíritu emprendedor.
Yo sé que la Policía ha perdido a una pieza muy valiosa, expresó Pujols.
Piña formó parte de los policías dominicanos que fueron enviados a Irak durante el Gobierno de Hipólito Mejía. Los restos fueron envueltos en la Bandera Nacional y se disparó una salva de tres cañonazos.
El general Nelson Rosario, vocero de la Policía, manifestó que cada gota de sangre derramada por un agente renueva el vigor para seguir luchando en contra de la delincuencia.
Piña estaba adscrito al Departamento de Recuperación de Vehículos de la Policía y murió a manos de una banda a la que pertenecía un primer teniente.