Hoy 
POR JOSE ALFREDO ESPINAL
SANTIAGO.- Marina Gómez Collado, de 66 años de edad, y sus dos nietos, Elías Collado y Jefry Rosario Pimentel (Perenche), ambos de 18 años, quienes fallecieron tras ser tiroteada su casa en la madrugada de ayer por supuestos delincuentes, fueron sepultados en el cementerio de la comunidad de Las Charcas.
También fue enterrado Manuel Antonio Luna (Bacá), de 29 años de edad, quien había sido asesinado primero por los mismos hombres que mataron a los tres miembros de la familia Collado.
La tragedia ocurrió aproximadamente de la 1:00 de la madrugada en la residencia número 36 de la calle dos del sector Pastor de Bella Vista, en lo que se presume que fue por asuntos de drogas. En medio de la consternación y al asombro que causaron dichos crímenes la comunidad y sus residentes demandan más control contra el tráfico de estupefacientes.
El tiroteo dejó tres personas heridas; Víctor Paulino Gómez, de 37 años, tío de los jóvenes muertos, Ramón Arias Luna, de 63 años de edad, padre de Antonio Luna y una menor que está grave en el hospital José María Cabral y Báez, tras recibir tres disparos.
La Policía identificó a los presuntos asesinos como Eddy Torres (Eddy Kila), Edgar Sarette y Roberto, en compañía de varias personas desconocidas hasta el momento.
Según la Policía, el móvil se debió por rencillas personales entre las víctimas y los presuntos asesinos.
Dos de los asesinados habían sido apresados el pasado día 9 cuando les ocuparon dos pistolas, una calibre 40, No. 07-0408000-96, y la otra marca Smith & Wesson, calibre 9 milímetro, ambas sin ningún tipo de documentos.
Los familiares de los muertos que formaban parte de una misma familia reconocieron que los dos jóvenes asesinados tenían problemas con Roberto, uno de los que la Policía acusa de haber cometido el crimen. Roberto es el culpable de todo eso, ya que él fue que llevó los demás matones para que nos mataran a todos, explicó Víctor Paulino Gómez hijo de la señora muerta y tío de Elías y Jefry, quien recibió un balazo en el hombro derecho, y se recupera en su casa.
