SANTIAGO.   Fueron sepultados ayer, en  medio de  dudas  y  reclamos, en el cementerio de El Ingenio  los restos de los  adolescentes   que murieron ahogados en las aguas  del  Salto de Baiguate en Jarabacoa.

Los restos  de los  jóvenes fueron acompañados  por familiares  y cientos de amigos del colegio  La Unión, donde estudiaban,  que exigían explicaciones a las autoridades de la escuela, que no se han referido al hecho.

“Pedimos justicia por la muerte de Álvaro  y Víctor, responsabilizamos al  Colegio La Unión de su desaparición”, decían varios letreros delante de uno de los ataúdes.

Víctor  Santos de 16 años y  Álvaro Díaz, de 19, eran  parte de un grupo de 19 estudiantes que   partieron  en  una excursión del colegio supuestamente para sumarle puntos a una de las materias.

El cortejo fúnebre partió a las  4:00 de la tarde por la avenida principal de Cien Fuegos   uniéndose al recorrido  una caravana de  música Reggae porque así quería Alvaro que lo enterraran cuando muriera.

“El formaba parte de un grupo de reguetón esa era su música favorita”, comentó la estudiante  Madeline Álvarez. Aseguran que la directora del colegio  aun  no da  el frente a la situación.