Sepultan al profesor Rafael Castro Casimiro

Sepultan al profesor Rafael Castro Casimiro

POR UBALDO GUZMAN MOLINA
El profesor Rafael Castro Casimiro, padre del poeta Tomás Castro Burdiez, fue sepultado ayer, en medio del dolor de familiares y amigos, en el cementerio Cristo Redentor, del Distrito Nacional.

Previamente, el ex catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) recibió los honores correspondientes en una ceremonia encabezada por el rector de academia, Roberto Reyna, y la secretaria de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo de Cardona.

La ceremonia se desarrolló en el museo-capilla de la UASD, donde estuvieron presentes alumnos de Castro Casimiro, compañeros de docencia, familiares y amigos, quienes resaltaron sus condiciones humanas.

El rector de la UASD dijo que Castro Casimiro era la imagen viva de la biblioteca. Lo definió como una persona desprovista del espíritu de conflicto.

Mientras Roberto Reyna   pronunciaba su emotivo discurso, el poeta Tomás Castro Burdiez se enjugaba las lágrimas con un pañuelo.

El decano de Humanidades de la UASD, Guillermo Díaz, dijo que Castro Casimiro fue un un hombre incansable, bondadoso, amable e incapaz de hacerle daño a nadie.

Expresó que el maestro practicó con el ejemplo, quien estuvo siempre dedicado a trabajar siempre por el bien de los demás. Se definió como hijo adoptivo del profesor.

La guardia de honor estuvo integrada, además de Roberto Reyna y  Melo de Cardona,  los vicerrectores Alejandro Pichardo, Clara  Benedicto y Franklin García Fermín, así como el secretario general de la UASD, Francisco Peña, y el presidente de la Federación de Profesores, Hugo Cedeño.

Asimismo, Luz Adalgisa Linares, vicedecana de la facultad de Ciencias de la Salud; Mateo Aquino  Febrillet, Juan Medina y Onofre de la Rosa, vicedecano de la Facultad de Artes.

Castro Casimiro entró a la UASD en 1965, donde fue profesor durante más de tres décadas y fungió  como  director de la biblioteca central.

Procreó cuatro hijos, tres en su primer matrimonio con Juana Marñía Burdiez: Tomás,  Carlos y Ana, y  uno con María Rosa Guerreira; Rosa María.

Durante el acto póstumo se leyó un poema dedicado al profesor escrito por su hijo Tomás y la rondalla de la UASD interpretó la canción El Maestro, de Patxi Andión.

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