TOPSHOT - Cuban President Raul Castro places the urn with the ashes of his brother Fidel Castro in his tomb at the Santa Ifigenia cemetery in Santiago de Cuba on December 4, 2016. Fidel Castro's ashes were buried alongside national heroes in the cradle of his revolution on Sunday, as Cuba opens a new era without the communist leader who ruled the island for decades. / AFP / AIN / Marcelino VAZQUEZ
Los restos del líder de la revolución cubana llegaron a su última morada: un mausoleo de piedra con una breve leyenda que cualquiera reconocerá, “Fidel”.
El periplo de cuatro días que lo trajo al oriente de la isla por casi 1,000 kilómetros terminó el domingo, cuando las cenizas de Fidel Castro fueron inhumadas en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba. Los restos del líder de la revolución cubana permanecerán junto a un memorial a los soldados rebeldes asesinados en un ataque encabezado por Castro al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, y frente al mausoleo del prócer José Martí.
Tras una ceremonia privada, las autoridades permitieron el paso a algunos visitantes que pudieron ver brevemente la tumba: una gran piedra redonda, de unos cuatro metros y medio de alto, con una placa al centro que dice “Fidel”.
Raúl Castro, vestido de verde olivo, encabezó la ceremonia privada de inhumación, según fotografías de la prensa nacional que The Associated Press observó. Las imágenes muestran al mandatario cubano que coloca la urna con las cenizas de su hermano dentro de la estructura de piedra.
Maduro y Ortega.- El presidente colocó una placa en la cual se lee “Fidel” y luego se cuadró militarmente. En el lugar también estuvieron la esposa del barbado líder, Dalia Soto del Valle, sus hijos y los mandatarios Nicolás Maduro, de Venezuela, y Daniel Ortega, de Nicaragua.
Desde temprano, miles de personas apostadas en las calles de Santiago de Cuba gritaban “íYo soy Fidel!” despidieron los restos del líder cubano que salieron en caravana pasadas las 6:30 de la mañana desde la Plaza de la Revolución. Castro falleció el 25 de noviembre a los 90 años.
La caravana, integrada por varios vehículos entre ellos dos jeeps rusos UAZ verdes, trasladaron los restos de Castro que iban en un pequeño ataúd de cedro cubierto con una bandera cubana bajo el resguardo de un grupo de militares vestidos de traje de gala color claro. La caravana entró al cementerio a las 7:12 a.m.
Los militares cubanos dispararon 21 cañonazos y multitudes en la entrada cantaron el himno nacional para despedir los restos líder cubano que fue enterrado fuera de la vista del público. En el mismo cementerio reposan los restos del prócer independentista José Martí.