Fueron sepultados ayer los restos del ingeniero geólogo Iván de Jesús Tavares Castellanos, reconocido dirigente de la izquierda que enfrentó la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo, apresado en la cárcel de La 40 y exiliado a Rusia por sus ideas comunistas, quien falleció el pasado miércoles a la edad de 79 años, a consecuencia de un edema.

Tenía padecimiento de artritis y solo mostraba síntomas de fiebre desde hacía unos días. Su cadáver fue velado en capilla La Paz de la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln y el sepelio se efectuó en el cementerio Cristo Redentor, en horas de la tarde.

Su viuda, la española Teresa San José, y sus amigos, el historiador y sociólogo Roberto Cassá y el ingeniero José Israel Cuello lo describieron como un hombre honesto, bueno, gran amigo y de inmenso temple. Su viuda lo proclamó el mejor ser humano.