Fueron sepultados ayer en el cementerio Cristo Redentor Eri y Claudio   Espiritusanto, los  dos niños, de tres años y un año y medio que  murieron envenenados el sábado, en una acción que se atribuye a su progenitora, Tania Elizabeth Encarnación, de 26 años, madre de otros  pequeños  de seis y cuatro años, que lograron escapar a la muerte.

De acuerdo con testimonios de familiares y de vecinos, la mujer había dicho en reiteradas ocasiones que se mataría junto a sus vástagos, pero sus advertencias no fueron tomadas en cuenta ni por su familia, ni por su esposo, preso desde hace dos años.

Según lo contado, Encarnación disolvió el veneno para ratones conocido como “Tres Pasitos” en la leche que ofreció a los niños, pero los mayores sospecharon y rehusaron tomarla.

El hecho,  que ha conmocionado  al sector de Las Colinas, de Sabana Perdida,  ocurrió en la vivienda de Tania.

Los vecinos narraron que  Eri empezó  a convulsionar y fue llevado al hospital San Lorenzo de Los Mina, donde falleció poco tiempo después de ser ingresado. A su hermanito no hubo tiempo de trasladarlo  a un centro de salud.

La madre había llegado de un cumpleaños a su casa y poco después ocurrió la tragedia.

Radhamés Espiritusanto, abuelo de los menores, afirmó que su nuera envenenó a los dos infantes.

Expresó  que  días antes  había dicho que a sus hijos no los volverían a ver vivos. Encarnación es investigada por la Policía para determinar su responsabilidad en el hecho.