El papa Francisco, su sucesor desde la histórica renuncia de Josep Ratzinger en 2013, asistió a la inhumación
Los restos del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado sábado con 95 años, ya reposan en la cripta de la basílica de San Pedro del Vaticano, tras un entierro que culminó los últimos cinco días de exequias por su muerte.
El papa Francisco, su sucesor desde la histórica renuncia de Josep Ratzinger en 2013, asistió a la inhumación, según pudo saber EFE, aunque la Santa Sede aún no ha informado sobre su presencia.
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Los restos del emérito reposarán en la que hasta 2011 fue tumba de Juan Pablo II y, como manda la tradición, lo hacen en un féretro triple- uno en madera de ciprés, introducido en uno segundo de zinc y sellado y revestido todo en uno tercero en olmo barnizado.
El cuerpo de Benedicto XVI fue expuesto entre el lunes y ayer en una capilla ardiente en la basílica vaticana por la que pasaron casi 200,000 files y sus restos fueron introducidos en la tarde del miércoles en la primera caja, revestida en su interior de terciopelo carmesí.