En una breve y emotiva ceremonia que se realizó en el Cementerio Nacional, fueron sepultados ayer los restos de la reconocida profesora Zoraida Heredia viuda Suncar, fallecida el  miércoles a los 93 años de edad debido a un infarto.

Sus hijos Bárbara y Héctor Suncar Heredia, entre otros familiares, fueron acompañados a decirle el último adiós a la maestra por amigos, educadores de distintas generaciones, funcionarios del ministerio de Educación, así como alumnos de varios centros.

El camposanto se vistió de azul y caqui, con delegaciones del liceo Estados Unidos, la escuela Fidel Ferrer, el liceo Unión Panamericana y el Instituto de Señoritas Salomé Ureña, donde Heredia viuda Suncar impartió docencia.

Última despedida.  Al pronunciar unas breves palabras, su hija Bárbara agradeció el amor demostrado por decenas de personas hacia su madre, así como el apoyo a la familia.

“En este momento es que verdaderamente doy gracias porque Dios me permitió nacer de su vientre. Gracias madre por todo lo que me diste, por todos estos años, por todo lo que fuiste y ese amor tan grande”, expresó la señora Bárbara Suncar, en tanto que su hermano Héctor, quien no pudo pronunciar palabra, se limitó a besar el féretro de su madre.

Panegírico.  “El pueblo dominicano y el magisterio nacional está estremecido en su conciencia”, exclamó el viceministro de Educación Luís De León en la primera frase del panegírico, en que destacó que Heredia viuda Suncar fue una educadora que nunca se cansó de enseñar, por distintos medios.

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Maestra ejemplar

Zoraida Heredia  nació en Santo Domingo en el año 1917 y desde muy joven se integró al sistema de educación pública, donde también se destacó como autora de textos de enseñanza básica.

 Escribió los emblemáticos textos infantiles “Tatica y Fellito”, de la colección Por el Mundo del Cuento y La Aventura, que abarca “A la escuela”, “Amigos de aquí y de allá”, y “A jugar y a gozar”.