SAMANÁ. Con gran pesar y consternación fue sepultado ayer  en el cementerio municipal de esta ciudad  el estudiante Yordy Rafael Stubbs Demorizi, asesinado a tiros junto a otro menor por un oficial de la Fuerza Aérea Dominicana.

Los restos del adolescente de 17 años fueron trasladados desde la ciudad capital, donde residía junto a sus padres, Rosa Demorizi y Yordy Stubbs,  ambos  oriundos de esta localidad.

 “Nadie tiene derecho de quitarle la vida a un ser humano, y esos que matan no pueden ver el rostro de Dios, no pueden entrar al cielo”, manifestó el diácono Emilio Rosario, mientras presidía los oficios religiosos en la parroquia Santa Bárbara, de esta ciudad.

 Autoridades de la provincia, familiares, amigos y estudiantes de colegios y escuelas públicas asistieron al sepelio que constituyó una demostración de solidaridad y repudio por el  hecho de sangre.

 En el hecho de sangre también fue asesinado Eduardo Cabrera Santana de 16 años, quien junto a Yordy se bañaba en un charco de agua en una finca del empresario Víctor Méndez Capellám,  en Boca Chica.

Ambos fueron ultimados por el teniente Rafael Sierra Pérez, y sus cadáveres hallados en horas de la noche del pasado miércoles en unos matorrales.