Sepultaron ayer restos de don Manuel
Corripio García

Sepultaron ayer restos de don Manuel <BR>Corripio García

POR MARIEN A. CAPITAN
Tras una emotiva eucaristía fueron sepultados ayer en el cementerio Cristo Redentor los restos del empresario Manuel Corripio García, quien falleció a los 96 años de edad el pasado martes, nueve de noviembre, en la Clínica Corazones Unidos.

Los funerales de Corripio García tuvieron lugar pasadas las once de la mañana. Sus familiares estuvieron acompañados por empresarios, políticos, funcionarios y personalidades de los medios de comunicación.

A Corripio García le sobreviven sus hijos José Luis Corripio Estrada (Pepín) y Ana María Alonso de Corripio; y sus nietos Manuel Corripio y Rafaela de Corripio, José Alfredo Corripio y Laura de Corripio, Lucía Corripio de González y Alejandro González y Ana Corripio de Barceló y Rafael Barceló, así como biznietos y otros familiares.

La ceremonia del entierro fue iniciada poco después de las 11:20 de la mañana, hora en que seis cadetes de cuarto año de la Academia Militar Batalla de Las Carreras llevaron al féretro hasta la Capilla Nuestra Señora de Covadonga, que guarda el panteón familiar.

Instantes después el padre Ernesto Martín comenzó a oficiar la misa de cuerpo presente. En la liturgia intervinieron también José Alfredo y Lucía Corripio, a quienes correspondió la primera lectura y el salmo responsorial, respectivamente.

Posteriormente, después de una lectura del Evangelio según San Juan, el padre Martín aseguró que don Manuel Corripio se marchó de la tierra para continuar trabajando: ahora lo hará en el cielo, allanando el camino para los que le sigan en el futuro.

«El va a trabajar por nosotros, nos va a preparar el lugar; lo preparó durante toda su vida porque nació trabajando y eso fue lo que aprendió de sus padres. Trabajó para su familia.  Pero no fue suficiente, él siempre quiso algo más y más grande para sus hijos», sostuvo.

Resaltando que don Manuel está ahora en paz y en gozo, el padre Martín señaló que todos los sueños que él tuvo aquí, en la tierra, se fueron realizando poco a poco,  con mucha dificultad, con mucho sacrificio, con mucho dolor. Por ello, agregó, es oportuno que esté en un lugar en el que podrá disfrutar plenamente.

Manifestó que don Manuel se confesaba regularmente y  era un  hombre de una fe muy  profunda; que visitaba a sus amigos y antiguos empleados; que era sencillo, muy sencillo, y tremendamente humano.

Otra cualidad que el padre Martín destacó del empresario fallecido fue el desprendimiento. «Rara vez he encontrado a alguien con la riqueza que llegó a tener don Manuel, y por lo tanto con el poder que traen esas riquezas, y que viva desprendido de todo eso. El vivía completamente despegado». 

El padre Martín aseveró además que don Manuel Corripio García era una persona que amaba profundamente a la vida pero, sobre todas las cosas, que sentía devoción por su familia.

Terminada la misa, el empresario José Luis Corripio improvisó un entrañable panegírico que conmovió a todos los que se encontraban en el lugar. «Yo voy a resumir este panegírico de mi padre en pocas palabras: estamos enterrando a un hombre bueno, a un hombre bondadoso, generoso, cariñoso, amoroso con todos», aseguró Corripio.

Por otro lado, Corripio manifestó lo siguiente: «Realmente estamos despidiendo a una persona excepcional, por su humildad, por todo (…) El fue un sembrador. Pero no sembró hablando, sino ejemplarizando», señaló Corripio al tiempo de agregar que su padre sembraba con ejemplo, de todas las formas que pudo, eso lo convertía en un ser excepcional.

Las palabras de Corripio cerraron el adiós. Momentos después, tras bendecir el ataúd bañándolo con agua bendita, los cadetes depositaron los restos de don Manuel Corripio en su última morada: una tumba situada junto a la de su fallecida esposa, Sara Estrada de Corripio.  

ALGUNOS DE LOS PRESENTES

Durante toda la jornada de ayer la familia Corripio Alonso estuvo acompañada por mucha gente que quería ofrecerle sus muestras de apoyo. Una de las primeras personas que se acercó a la Funeraria Blandino, por ejemplo, fue el embajador de los Estados Unidos, Hans Hertell.

También quisieron estar junto a los Corripio la embajadora de España, María Jesús Figa-López; el secretario de Deportes, Felipe Payano; una delegación de empresarios chilenos, encabezada por los ejecutivos de Cerradura Poli, Hernand Ahumada y Jorge Argandoña; Mario Alvarez Dugan, director general del periódico Hoy; Freddy Beras Goico, Jochy Santos, Consuelo Despradel, Franco Badía, Alexandra Izquierdo.

En el cementerio estuvieron la ex vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch; el secretario de Cultura, José Rafael Lantigua;  el general Juan Ramón de la Cruz Martínez, director de Prisiones; Juan Hernández, director de Impuestos Internos;  el diputado Pelegrín Castillo y los empresarios George Arzeno Brugal, José Armando Bermúdez, James Vicini, Mario Lama (hijo) y Víctor Méndez Capellán; y los dirigentes políticos Alexandra Izquierdo, Juan Arístides Taveras Guzmán, Orlando Jorge Mera y Julio Cordero.

Por otra parte, asistieron Juan Carlos Camino y Pilar Albiac, administrador y subadministradora de los periódicos Hoy y El Nacional, respectivamente; Bienvenido Alvarez Vega, director ejecutivo del periódico Hoy; Radhamés Gómez Pepín, director del periódico El Nacional; Rafael Molina Morillo, director del periódico El Día; Miguel Angel Velázquez Mainardi, coordinador de los periódicos Hoy y El Nacional; y César Iván Feris Iglesia, director de Patrimonio Monumental, entre otros.

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