Ser decididos

Ser decididos

Siempre nos lo han repetido una y otra vez, lo hemos escuchado de nuestros padres, en el colegio, y hemos crecido sabiendo que debemos ser decididos en la vida, que tomar decisiones es lo que marca nuestro rumbo, nuestro destino, porque la indecisión no conlleva a nada buen.

Pero nunca se nos menciona como realmente hacer para ser decididos, porque para bien o para mal, ser indecisos es algo que muchas personas llevamos inherentemente a nuestra naturaleza humana.

Todos los días sin duda alguna, debemos tomar pequeñas y grandes decisiones, unas más importantes o con mayores consecuencias que otras, pero son decisiones al fin y al cabo. Porque las decisiones son parte de nuestra vida y la forma en que las tomemos y las razones que utilicemos de base para tomarlas serán determinantes para nuestro éxito o fracaso en lo personal y en lo profesional.

La vida que llevamos hoy, es el resultado de las decisiones que hemos tomado en el pasado. De igual forma, la vida que llevemos en el futuro será el resultado de las decisiones que tomemos en el presente. Nada tiene un mayor impacto en nuestro destino que las decisiones que tomemos en la base del día a día.

Cuando somos indecisos, o en otras palabras, cuando no sabemos qué decisión tomar, es porque nos encontramos ante un problema frustrante. La indecisión se debe a la incertidumbre. La incertidumbre está casi siempre presente en todas las situaciones que tenemos que enfrentar. Si siempre estás “seguro”, probablemente estás equivocado, porque ninguno de nosotros lo sabe todo. Así que la vacilación o indecisión es en realidad una especie de mecanismo de seguridad o de defensa, en una situación de incertidumbre, casi todo el mundo vacila un poco.

Ser un poco indecisa no es malo, en realidad siempre es bueno comparar, mirar y pensar antes de tomar decisiones importantes en tu vida. Todos tenemos algo de indecisión en algún momento de nuestra vida, y muchas veces la falta de opciones no nos deja escoger.

Un factor importante en la indecisión es el miedo a equivocarse, o a cometer un error. Pues ser decidido, ya sea en el hogar, en el trabajo puede no llegar a ser tan sencillo como parece, ya que es fácil bloquearse en cierto instante por aquel famoso miedo a tomar la decisión errada.

El primer paso para lograr ser más decidido, es comprender, que tomar decisiones es una habilidad.

 

 

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