Ser decididos, segunda parte

Ser decididos, segunda parte

Continuando con el tema de Ser decididos, no quise dejar de abundar en que así como mencionamos que el primer paso para lograr ser más decididos, es comprender que tomar decisiones es una habilidad, pues es preciso destacar que justo como cualquier otra habilidad, mejora con la práctica.

Como dicen, en vez de esperar a ser confrontado con una gran decisión, la mejor manera de ejercitar nuestro “músculo” de toma de decisiones es practicando con la multitud de pequeñas decisiones que tomemos día a día.

Una de las habilidades más importantes que podríamos desarrollar en la vida para conseguir el éxito es la de poder evaluar situaciones rápidamente y tomar decisiones definidas. Lograr ser más decidido hace de nosotros una mejor persona, en el sentido en que definimos lo que queremos, lo que no queremos y el camino por el cual llegar a las metas que nos propusimos.

Básicamente es confiar en nosotros mismos y recordar siempre que es más importante practicar, que hacerlo siempre perfecto. Practicando aprenderemos y refinaremos la toma de decisiones en nuestras vidas, identificando lo que TÚ quieres, en vez de dejarnos siempre influenciar por aquellos que nos rodean.

Ejercitando la habilidad para identificar y expresar una opinión, gradualmente superaremos el miedo a tomar decisiones, y de seguro, cuando nos encontremos confrontado a una decisión más seria, seremos capaces de aplicar lo aprendido y evaluar la situación para tomar una determinación.

Cuando tengamos un problema frustrante, cuando nos encontremos ante un dilema de naturaleza compleja, debemos dejar de pensar como normalmente lo hacemos para solucionar problemas típicos, cuando todas las soluciones parezcan inútiles o dificultosas, no debemos tomar ninguna y por el contrario, hay que replantear el problema, analizarlo de forma diferente y pensar cómo haríamos para solucionarlo si fuéramos otra persona, si tuviéramos más o menos edad, o si estuviéramos en una situación diferente. Esto nos puede ayudar mucho con la indecisión.

Finalmente, recordemos que las consecuencias de no tomar una decisión en todo caso, son fatales y muchas veces agrandan los problemas en nuestra vida, y los entorpecen por si fuera poco.

Por esto, saber decidir es importante, y debemos ser capaces de tomar nuestras propias decisiones. Ser decidido es una habilidad que podemos aprenderla.

Nos exigirá establecer metas y estar dispuestos a trabajar duro, pero definitivamente será algo factible. Practiquemos la autoconfianza, un modo de pensar flexible y aprendamos a ver los fracasos y obstáculos como posibilidades de aprendizaje.

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