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Segunda Formación de Constelaciones Familiares en RD

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MARÍA ELENA NÚÑEZ
serhumano2@yahoo.com
La “formación” del segundo grupo de Consteladores Familiares del Instituto Bert Hellinger de República Dominicana comienza en ocho semanas, el 14 de septiembre. ¿A quiénes está dirigido este entrenamiento? A personas interesadas en ser Terapeutas en Constelaciones Familiares, a los que procuran sólo su crecimiento integral y a los que quieran aplicar esta herramienta en su área profesional. El cupo es de 25 personas.

Acercándonos a las Constelaciones Familiares

El teléfono del Instituto Bert Hellinger de República Dominicana es el (809) 530-9896. En ese número se puede obtener información sobre las constelaciones individuales, “la formación” de consteladores familiares, y la participación en las sesiones abiertas al público con la venezolana Carola Castillo, a partir de septiembre.

Hellinger

Bert Hellinger es un señor de 81 años, que nació en Alemania, y viaja por el mundo enseñando lo que sabe. Es filósofo, pedagogo y teólogo. Vivió y trabajó durante 15 años en África como parte de una orden de misioneros católicos, y esta experiencia marcó su vida. De su experiencia con el psicoanálisis, la dinámica de grupos, terapia primaria, análisis transaccional, hipnosis, entre otros, desarrolló su propia Terapia Sistémica y Familiar, llamada Constelaciones Familiares. Para más información se puede visitar el sitio www.hellinger.com.

Ecos del pasado

Ya salió la segunda edición del libro Ecos del pasado de la terapeuta venezolana Carola Castillo, fundadora y directora de los institutos Bert Hellinger, de Venezuela, Western Pennsylvania, Estados Unidos, y de República Dominicana. En el libro se explica que el mismo “brinda una aproximación de las Constelaciones Familiares a partir del principio de la Terapia Sistémica, que evidencia la forma en que se proyectan en nuestro presente los ecos del pasado”.  Se explica que la obra “ilustra cómo la información transgeneracional de nuestra familia viaja silenciosamente a través de generaciones, especialmente los secretos y los tabúes. El dolor no visto y la suerte de los que no pudieron ser reconocidos dentro del sistema familiar llevan consigo una fuerza casi mágica que, en algunos casos, nos imposibilita de realizar lo que en verdad nos hemos trazado como meta. Se trata de una seductora introducción a la práctica de Constelaciones Familiares, tanto a nivel invididual como grupal, escrito en un estilo personal que combina la experiencia de la autora con la descripción de algunos de los basamentos fundamentales de la técnica desarrollada por Bert Hellinger”.

Carola Castillo estará en Santiago el 29 de octubre. Pueden visitar su sitio, www.carolacastillo.com

Xiomara y Laura

Xiomara Lora y Laura Quiñones son dos dominicanas que se atrevieron a viajar a Venezuela en numerosas ocasiones y de una manera sistemática, en busca de un conocimiento para aplicarlo a su propio crecimiento personal y para transmitirlo a los demás. Tan pronto concluyeron su formación quisieron compartir lo aprendido e invitaron a la facilitadora, la terapeuta Carola Castillo, a venir al país. Hoy día, y en menos de un año,  Xiomara y Laura han organizado dos talleres abiertos al público sobre Constelaciones Familiares, con Carola, y un programa de entrenamiento para 23 consteladoras. Crearon, con la dirección de Carola, el Instituto Bert Hellinger de República Dominicana. Xiomara continúa con su odontología; Laura, con su carrera de Administración de Empresas, y juntas siguen trabajando en Constelaciones Familiares. Ambas viajaron a Venezuela después de cerca de 20 años de un intenso trabajo personal en el área espiritual y de crecimiento personal, en la República Dominicana.

Aplicado a la Tierra

Hay que abrir el corazón para entender lo que ocurre en una Constelación Familiar. Esta nos brinda una información que podemos ver con todo nuestro ser sin excluir ninguna parte, ni la mente, ni el corazón. Y una vez que “vemos lo que tenemos que ver”, nuestra experiencia cotidiana es diferente. Aplicamos todo esto en la Tierra, al abrazar a nuestros hijos, al dirigirnos a la pareja previa, al recordar al olvidado de la familia, al encender la computadora para comenzar el trabajo diario, al mecernos en un columpio y al observar la violencia de hoy día.

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