MARÍA ELENA NÚÑEZ
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Era un ambiente de fiesta, de celebración. Asistí hace unos días al acto de apertura del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia, una iniciativa de la Procuraduría Fiscal del Distrito Nacional.
Después del acto protocolar, de escuchar las palabras del doctor Radhamés Jiménez, procurador general de la República, y de la doctora Flavia García, secretaria de la Mujer, pude participar de la postdata de la inauguración, al quedarme en la oficina de la directora, de la licenciada Solange Alvarado, y escuchar las impresiones de terapeutas y profesionales que forman parte de la institución y otros que han colaborado con el proyecto. Aquello se sentía como un gran logro tras muchos años de trabajo en equipo. Una meta alcanzada tras laborar a nivel de leyes, de crear conciencia, de trabajo individual hasta llegar a un equipo multidisciplinario que hará su labor en un mismo lugar.
No sólo persecución legal, también atención.
El objetivo, según explicó el Jiménez, es que el Ministerio Público no sólo se encargue de la persecución legal del que ha cometido un delito o crimen sino que también se ocupe de la atención integral multidisciplinaria, de las víctimas de cualquier tipo de violencia. Y esa atención incluye la asistencia legal, médica y psicológica. Esto completa el servicio que se ofrece a través de las 13 fiscalías barriales, y la Unidad de Atención y Persecución de la Violencia, que funciona en la avenida Rómulo Betancourt, del sector de Bella Vista.
Independencia Económica
La doctora García destacó las herramientas que ofrecerá el centro para lograr que las mujeres sobrevivientes de violencia puedan empoderarse en lo económico, en lo social y lo psicológico. Esto así, porque al tiempo de ser asistida en todo el proceso penal por nuestras abogadas y psicólogas, tendrán la oportunidad de ingresar a este centro, el cual dará seguimiento a su situación y las ayudará a desarrollar alternativas para que en el transcurso del mismo proceso, ellas puedan acceder a través de Promipyme a la obtención de pequeños préstamos que le permitirán económicamente iniciar su proyecto de vida, libre de violencia e insertadas en la producción económica de su pequeña empresa o negocio, explicó la secretaria de la Mujer.
Todos podemos cooperar
El Centro es una realidad pero tiene muchas asignaturas pendientes. Por ejemplo, hace falta el transporte para permitir que lleguen al lugar aquellas mujeres que quizás no tengan ni siquiera el dinero del pasaje. Hace falta horas-hombre, horas-mujer de profesionales de la conducta que quieran ofrecer su terapia como una especie de diezmo en aquellas jornadas que estén vacantes porque las prestatarias de estos servicios estén en su descanso obligado. Los que trabajan con el tema de la violencia tienen una carga mayor que la generalidad de los terapeutas y eso les obliga a parar el trabajo después de determinadas horas. Ellos necesitan ciertos materiales para algunas de las terapias y mucho más. Para mayor información pueden comunicarse al (809) 688-4076, o al (809)-304-2892.
Cedo
A veces hay un distanciamiento entre dos personas y hace falta que una de las dos tome la iniciativa y dé el primer paso para que se recupere la armonía. Cedo es la afirmación que recomendamos para esta semana como una invitación a realizar el primer movimiento tendente a solucionar un conflicto con otra persona. Puede ser que el error haya sido cometido por el otro pero aún así, es posible, que la solución esté en nuestras manos si estamos dispuestos a ceder.
Ser Humano
La directora del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia, Solange Alvarado, es una de las invitadas al programa Ser Humano de esta semana (Teleantillas, domingo, 10:30 p.m.; Coral 39, viernes, 9:00 p.m.). También conversamos con la ingeniera Patricia Bonilla Sánchez, quien tiene 15 años de experiencia laboral en los Estados Unidos.