MARÍA ELENA NÚÑEZ
serhumano2@yahoo.com
Ellos decidieron no inscribir sus hijos en el  colegio, convertir el comedor en un “salón de clases”, y representar ellos a los maestros. La motivación fue la necesidad de dar una formación integral a sus hijos que incluyera no sólo la base académica sino también los principios y valores que para ellos son prioritarios. Así, basados en el método de “Escuela en casa”, o “Educación en el hogar”, como se conoce en español, han logrado que sus hijos cursen varios grados escolares sin necesidad de asistir a colegio alguno. Algunos de estos jóvenes están cursando ya el último grado de bachiller e ingresarán a la universidad el próximo año.

Principios cristianos
Entre otras familias, llevan este método de “Educación en casa”, Eugenio y Margarita Mata, con sus tres hijos, Samuel de 17 años,  que está en cuarto de bachiller; Raquel, de 16, estudiante de segundo de bachiller; y Ana María, de 12 años y alumna de sexto de primaria. Los Mata educan a sus hijos en casa desde el 2000, siguiendo la Metodología y los materiales del sistema guatemalteco de su iglesia cristiana, Hebrón, como es el caso de por lo menos otras 12 familias. Además, hay otras 40 familias que siguen la Educación en el hogar, sin relación con iglesia alguna, en Santiago, San Pedro de Macorís, Bonao y Santo Domingo, entre otras ciudades. Los interesados en este método pueden escribir a escuelaencasa@hotmail.com  o llamar al (809) 541-6397  y al (809) 707-6435.

¿Socialización?
El primer argumento de los que están en contra de este método es que los niños y jóvenes no pueden socializar cuando estudian en casa.  Francisco y Arelys Grullón, y su hija Arelys Carolina, de 17 años y estudiante del cuarto año de bachiller, opinan que las horas de estudio permiten que la familia se integre más y que por las tardes los estudiantes asisten a clases extracurriculares en las cuales tienen oportunidad de socializar. Arelys Carolina estudia piano, solfeo y Estética, y afirma que cultiva relaciones de amistad con sus compañeros de estas clases y otros amigos que hace a través de primos y otros relacionados.

Crecen todos
¿Estamos todos preparados para ser profesores de los hijos? ¿Tenemos la paciencia requerida para enseñar a otros? Roxanna y Leo Paredes aseguran que sí, que todos tenemos dones que sólo debemos cultivar y que en esto reside la belleza del método, que es un reto para crecer que tiene toda la familia, padres e hijos. Tanto Roxanna y Leo hacen todas las actividades de trabajo y de estudio en el hogar. Ellos tienen una microempresa familiar, en la que preparan pizzas pre-cocidas y en este trabajo integran a su hijos. Roxanna, además, es traductora. Ambos están formando a sus hijos con el método de “Escuela en casa”. Su teléfono es el  (809) 596-8283.

Secretaría de Educación
La licenciada en Letras Oliva Lantigua de Grullón, educadora con 33 años de experiencia, y quien ha impartido docencia en todos los niveles de la educación básica, intermedia y secundaria, veía este método con cierto escepticismo en principio. Hoy está a favor de dicho método en base a los resultados que ha visto en algunos de sus nietos que han sido educados con esta metodología. Ella asegura que tanto a nivel académico, como de formación integral, los estudiantes educados en casa superan al promedio de los alumnos que van a una escuela tradicional. En esos momentos, las familias que llevan este método realizan gestiones en la Secretaría de Educación para lograr que éste sea reconocido oficialmente. “La educación en casa” es el tema del programa Ser Humano de esta semana (domingo, 10:30 p.m., por Teleantillas; y viernes, 9:00 p.m., por Coral 39).

Mejor en casa
Como una invitación a darle amor  y calor humano a nuestro espacio, recomendamos como afirmación de la semana “mejor en casa”.  Es convertir ese lugar donde vivimos en un verdadero hogar, que sea un espacio agradable, cálido, a nuestro gusto. Debe estar limpio y organizado; con detalles a nuestro gusto y según nuestras posiblidades económicas. Y podemos programar actividades con los hijos y la pareja en ciertas áreas del apartamento o de la casa, compartir con los amigos, recibir algunas clases de música, o de idiomas en casa… en fin, hacer en el hogar más actividades. Cuidamos ese espacio sagrado donde vivimos, ahorramos gasolina y nos libramos del estrés de los tapones que aparecen a cualquier hora del día y en cualquier calle de Santo Domingo.