Ser humano
Millonario que lo vendió todo

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MARÎA ELENA NÚÑEZ
serhumano2@yahoo.com
Millard Fuller logró ser millonario a los 29 años de edad, pero, con el éxito económico, encontró también crisis en la salud, en su matrimonio y en sus valores. Esto lo llevó a profundas reflexiones y a tomar grandes decisiones: se reconcilió con su esposa, renovó su compromiso cristiano, lo vendió todo y distribuyó el dinero entre gente necesitada.

Y buscando qué hacer con su vida, Fuller llegó a la Granja Koinonía, una comunidad cristiana localizada cerca de Americus, Georgia, donde la gente aplica de manera práctica el cristianismo, iniciando varias obras, entre las cuales se encontraba el Ministerio de Vivienda. En el 1973, Fuller se mudó a Africa con toda su famillia y allí desarrolló proyectos habitacionales en El Congo. Esta experiencia lo motivó a expandir este modelo en todo el planeta y, al regresar a Estados Unidos en 1976, fundó a Hábitat para la Humanidad Internacional, junto a un grupo cercano de asociados.

Empresaria dominicana que tiene que vender su casa

Mari Carmen Defilló vivió personalmente el drama de no tener un techo propio al perder su casa para hacer frente a las deudas con las que quedó tras quebrar su restaurant Exquesito. Esta vivencia, junto a lo que experimentaba en la iglesia cristiana en la que se congregaba, hizo que se entregara a un trabajo voluntario en Hábitat, que tiene como visión, “un mundo donde todos viven en un lugar digno”, y como misión, “está encaminada hacia la autosostenibilidad y el alcance nacional, construyendo y mejorando viviendas a favor de familias de escasos recursos, impactándolas para que a su vez transformen las comunidades de manera integral”.

Así, la decoradora de residencias de personas pudientes en términos económicos, busca en su tiempo libre una casa digna para los más necesitados, a través de su trabajo como presidenta de la Junta Directiva de Hábitat para la Humanidad. Y allí en Hábitat ha encontrado tres principios cristianos: la fe en acción; la “economía de Jesús”, que es el dar sin esperar ganancias consciente de que Dios multiplica los resultados de los esfuerzos realizados; y la “Teología del martillo”, que es dejar las diferencias doctrinales a un lado para tomar juntos el martillo como símbolo del trabajo común hacia un mismo fin, sirviendo a todos y todas sin discriminación religiosa ni de ningún tipo.

Construyendo casas, construyendo esperanza

Hábitat para la Humanidad es una organización sin fines de lucro que trabaja en el país desde 1986 y hasta el momento ha logrado construir más de 1300 viviendas en diferentes zonas necesitadas de la nación, entre ellas, Barahona, Jaquimeyes, Polo, Paraíso, Tamayo, San Juan de la Maguana, Nagua, San Francisco de Macorís y Santo Domingo. La organización facilita créditos, sin fines de lucro, para la construcción o mejora de viviendas a personas que no califican para la banca. Los préstamos no se hacen en efectivo, sino en materiales de construcción y mano de obra. Los financiamientos son a 5 y 10 años. Las familias prestatarias aportan su propio esfuerzo y ayuda mutua, colaborando en la construcción de sus casas y en las de otras familias. Personas y agrupaciones, tanto del país como de otras naciones, aportan trabajo voluntario, donando su tiempo y esfuerzo. Los grupos de voluntarios se acercan a través de sus empresas, iglesias, colegios o universidades que deseen colaborar. Otros aportan tierra, efectivo o materiales para el desarrollo de nuevos proyectos. En estos momentos está desarrollando alianzas estratégicas con instituciones que comparten el interés de colaborar para que un mayor número de personas viva en un espacio digno. Para más información pueden llamar al

809) 547-2091, escribir a hphrd@aster.com.do,  o visitar el sitio www.habitat.org

Silencio

Cuando suspendemos, o por lo menos disminuimos los ruidos externos e internos, podemos escuchar la voz interior. Para accesar a esa sabiduría interna debemos apagar televisión, radio, equipos de música, suspender las conversaciones con los demás, eliminar los diálogos internos y buscar el silencio para entonces, poder escuchar. Y ese momento y ese espacio, no vienen solos, tenemos que procurarlos. Muchas personas se procuran este tiempo de silencio, aunque sea de 5 ó 20 minutos, en contacto con su interior, todos los días. “Silencio” es la afirmación que recomendamos para esta semana.

Ser Humano

En el programa Ser Humano de esta semana recibimos a tres mujeres que han dado mucho, cada una en su área: Mari Carmen Defilló, a propósito de su trabajo voluntario en Hábitat; Socorro Castellanos y la odontóloga y terapeuta floral Ada Frías. Socorro está celebrando 40 años en los medios de comunicación de manera ininterrumpida. Y nos habla de su experiencia de trabajo en la actualidad: su programa de radio, su labor en la Secretaría de Cultura y su participación en el espacio de televisión de Freddy Beras Goico. Ada, como terapeuta, explica cómo acompaña con las flores de Bach, a personas que tienen crisis existenciales, a esos seres que lo tienen todo pero que no le encuentran sentido a la vida. Y también ella, con las flores de Bach como herramienta, promueve que la persona que acude a su consulta encuentre la respuesta de lo que anda buscando en si misma. A veces van donde la terapeuta por una depresión, por una ruptura de una relación o por ansiedad. El teléfono de Ada Frias es (809) 299-9353 y (809) 534-9562.

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