¿Será asiático el Siglo XXI?

¿Será asiático el Siglo XXI?

Siete de las principales economías consideradas motores del crecimiento mundial pertenecen al mundo asiático: China, India, Indonesia, Japón, República de Corea, Tailandia y Malasia. Estos países tienen una población de 3.1 billones de personas y un PIB de US$15.1 trillones según informaciones del 2010. Se espera que para el 2030 representen el 53% del crecimiento del PIB mundial.

Ahora, si Asia continúa su creciente trayectoria económica, para el 2030 su ingreso per cápita se habrá multiplicado por un factor de seis, alcanzando los niveles actuales de Europa.

Japón, Corea del Sur, Singapur, China e India duplicaron su ingreso per cápita en menos de una década, hazaña que al Reino Unido le tomó más de 50 años alcanzar. En la actualidad, la participación de Asia en el PIB mundial ha alcanzado cerca del 30%, más que duplicándose desde el 1950. ¿Cuál es la razón de este increíble crecimiento económico? el crecimiento ha estado dirigido por el gigante asiático: China. Este es el único país en mantener un espectacular crecimiento de dos dígitos por una generación.

Con sus bajas tasas de inflación y grandes excedentes externos se ha levantado sobre las demás potencias mundiales permitiendo que Asia sobrellevara las dos últimas crisis económicas internacionales: la financiera estadounidense del 2008 y el desplome de la Euro Zona.

Los gobernantes asiáticos lograron impulsar la productividad, concentrándose en:

– Ahorro e inversiones productivas.

– Mejorar el acceso y la calidad de la educación.

– Desarrollar profundas reformas que condujeron a la apertura de mercado.

Estas medidas permitieron un poderoso ascenso en la cadena de producción a nivel internacional, promoviendo la competitividad y la especialización.

– Entre 2000 y 2010 fueron sacadas de la pobreza cerca de 550 millones de personas, solo en el Este de Asia.

Sin embargo, las leyes asiáticas no han podido mantenerse al mismo ritmo del crecimiento económico,  provocando  desafíos internos que tienen que superar. En tal sentido, es necesario el vencimiento de numerosas barreras, como son:

– La superación de fricciones diplomáticas entre China y el resto de la región y entre las economías del Sur asiático, que no quieren que Asia se eleve con una sola voz ante organismos internacionales.

– El buen manejo de la urbanización, especialmente en China, donde la burbuja inmobiliaria está virtualmente fuera de control.

– El enfrentamiento de la crisis del agua, agravada por la construcción de grandes presas hidroeléctricas en los ríos Mekong (China, Tailandia, Vietnam, etc.) y Brahmaputra (China e India), que al mismo tiempo provoca el avance de la contaminación y el aumento de las tensiones del poder geopolítico en la región.

El acuerdo trilateral de libre comercio entre las principales economías de Asia (China, Japón y Corea del Sur) ha sido apoyado por el resto de la región, como ejemplo de los esfuerzos de integración económica. Sin embargo, la firma de un FTA entre Estados Unidos y Europa (42% PIB mundial) pudiera afectar las posibilidades de penetración comercial en estos países.

Los desafíos asiáticos son grandes, pero las recompensas que obtendrán sus ciudadanos son considerables, no solo para ellos sino para todo el ámbito internacional. La industrialización y el aumento de la capacidad adquisitiva de miles de millones de asiáticos conllevarán un creciente consumo en esta región, creando un poderoso incremento en la demanda de recursos y de productos producidos en el mundo desarrollado y el emergente.

Para nuestro país, el aumento no solo de los productos de exportación hacia la región, sino también de turistas asiáticos (que gastan de 3 a 5 veces más que el turista promedio) es de suma importancia, ya que experimentaríamos un aumento significativo en la entrada de divisas. En adición, estaríamos tocando una región, especialmente China, que están realizando enormes inversiones en América Latina y en África, que cuenta con 4.5 billones de dólares, equivalente a algo más del 60% de las reservas del mundo, y aumentando a un ritmo de casi 0.4 billones de dólares al año.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas