El triunfo de Claudia Sheinbaum en México el domingo 2 de junio, representa una ventana de posibilidades para todas aquellas mujeres que en esta parte del mundo intentan ocupar la posición de presidenta de sus respectivas naciones latinoamericanas. 14 prestantes damas han estado en el poder y otras dentro de ese listado lo están. Una en espera de estarlo.

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Son ellas:

1.- Violeta Barrios de Chamorro, Presidenta de Nicaragua, 1990 a 1997.

2.- Mireya Moscoso, Presidenta de Panamá, 1999 a 2004.

3.- Michelle Bachelet, Presidenta de Chile de 2006 a 2010 y del 2014 a 2018.

4.- Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de Argentina, 2007 a 2012.

5.- Laura Chinchilla, Presidenta de Costa Rica, 2010 a 2014.

6.- Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil de 2011 a 2014 y de 2015 a 2016.

7.- Xiomara Castro, Presidenta de Honduras desde 2022.

8.- Claudia Sheinbaum, es la presidenta electa de México. Asumirá sus funciones el 1 de octubre.

Las presidentas no electas de manera directa han sido:

1.- Dina Boluarte, de Perú. Ocupa la presidencia de su país desde El 7 de diciembre de 2022 en sustitución de Pedro Castillo, el cual y al intentar dar un autogolpe de Estado fue destituido por el Congreso de su nación.

2.- María Estela Martínez de Perón, Argentina de 1974 a 1976.

3.- Lidia Gueiler Tejada, Bolivia 1979 y 1980.

4.- Rosalía Arteaga, Ecuador, en 1997.

5.- Claudia Juana Rodríguez de Guevara, El Salvador 2023- 2024.

6.- Jeanine Añez Bolivia, 2019-2020.

7.- Ertha Pascal –Trouillot, Haití, 1990-1991.

Un total de 14 mujeres que han trabajado para romper esquemas en sus respectivos países han ocupado la primera magistratura de sus respectivas naciones, algo que ha significado mucho para el sector femenino y que al igual que en República Dominicana, esas naciones han contado y cuentan con una cantera de prestantes damas que también buscan ocupar la tan importante posición. Ahora bien, viendo el actual contexto en el que se desarrollan los acontecimientos del patio, nos hacemos la pregunta: ¿Es el 2028 el turno para Carolina Mejía?

Contrario a como se ha dicho que este es un país en cuanto a política se refiere machista y que por lo tanto no elige presidenta, sino presidente, soy de opinión que esto más bien es un chantaje mediático por parte de sectores a los cuales no les interesa que la mujer avance.

Ojo con esto, aquí no estoy aupando las aspiraciones presidenciales de Carolina, más bien planteo, que eso de que aquí no nos puede gobernar una mujer es parte de una presión de aquellos sectores que por décadas les han tenido un miedo terrible al tema: mujer-poder – presidenta.

Aquí hay mujeres con cualidades extraordinarias para optar y ser presidenta. Con inmensos valores y con sobrada formación ética para administrar las cosas del Estado. Hacemos la aclaración porque no necesariamente tenga que ser Carolina Mejía, aunque sí debemos ser justo y señalar, que en el presente contexto, es la hija del llamado Guapo de Gurabo, la que más se proyecta con el perfil de lo que se ha planteado dentro de la carrera por el poder.

Sin embargo y para aplicar la justicia dentro del presente análisis, no podemos obviar a otras destacadas mujeres que quiérase o no cuentan con perfiles morales y ético para también optar por la presidencia del país, y son ellas: la doctora Milagros Ortiz Bosch, Minou Tavares Mirabal, Virginia Antares, María Teresa Cabrera, Raquel Peña, Ingrid Mendoza, Margarita Cedeño y Faride Raful, entre otras.

El tema del machismo político que impera en las arcaicas mentalidades de ciertos sectores que de manera soterrada han estado sembrando en la colectividad de que la mujer es débil en cuanto al manejo político se refiere, es una vulgar mentira que tendrá que ser objeto de análisis en este país.

Sin embargo, si Carolina Mejía quiere juramentarse en el 28 como la primera mujer presidenta de este país, tendrías que no solo romper el esquema machista que impera en esos grupos con mentes primitivas, sino, a otros rudos contrincantes que dentro de su parcela también buscan ser el sucesor del actual Presidente Luis Abinader, y eso, dentro de mis razonamientos, es lo más difícil.