Santo Domingo.  EFE.  Los restos  del soldado dominicano Luis Félix Nieves, muerto el 28 de agosto  en un accidente de tránsito en Irak, fueron entregados ayer a su familia en la base aérea de San isidro.

Con Nieves son cinco los militares dominicanos que han muerto en Irak sirviendo en las filas del Ejército de Estados Unidos.

“Mi hijo sólo tenía 27 años, sólo 27 años”, dijo con voz entrecortada la madre de Nieves, Lorenza Retman, en la ceremonia celebrada en la Base Aérea de San Isidro, en  Santo Domingo Este.

En el funeral  estaba presente la viuda del soldado, Yissel Polanco de Félix, sus hermanos y otros familiares.  Representantes del Departamento de “Servicios Mortuorios” de la base militar del Ejército estadounidense en Puerto Rico y nueve soldados puertorriqueños acudieron a expresar las condolencias a la familia.

El encargado del departamento, Tomás Montañes, dijo a Efe que Félix Nieves perdió la vida “al volcarse el vehículo en que se movilizaba de una zona militar a otra».

El cadáver del soldado fue trasladado a una funeraria de la capital, donde permanecerá hasta hoy.

Nieves  será sepultado en el cementerio Cristo Redentor,  en la avenida Monumental.

Autoridades militares estadounidense entregaron a los familiares de Félix Nieves una medalla de bronce, otorgada en nombre del presidente de Estados Unidos, George W. Bush  “por el servicio meritorio del soldado hecho en tiempo de combate desde el 6 de noviembre de 2007 hasta el 28 de agosto de 2008″.

También les dieron una medalla de buena conducta y dos banderas de los Estados Unidos.

El último de los soldados dominicanos muerto fue  José Enrique Ulloa, sepultado en Jima, La Vega.