MELBOURNE, Australia. AP. ¿ Lesión? ¿Qué lesión? ¿El sorteo? Ni le mencionen el sorteo.
Serena Williams realizó ayer la rutina tradicional antes de un Grand Slam, al practicar en la cancha central en Melbourne Park y luego atender a la prensa. La estadounidense, campeona defensora y dueña de seis títulos en Australia, respondió a preguntas sobre la inflamación en su rodilla izquierda que limitó sus preparativos y el difícil camino hasta la final. Después de debutar ante Camila Giorgi, la jugadora de mejor ranking entre las no preclasificadas en el cuadro femenino, Williams podría tener que enfrentar a la ex número uno Caroline Wozniacki en la cuarta ronda, y a Maria Sharapova en los cuartos de final en la que sería una reedición de la final del año pasado.
«En realidad nunca me fijo en el sorteo, así que agradecería que ni lo mencionen. Gracias», respondió una tajante Williams, para frenar cualquier habladuría sobre otro duelo con Sharapova. Ambas jugadoras se retiraron de sus torneos en la primera semana de la temporada. Williams apenas disputó un set en la Copa Hopman, su primer partido oficial desde que cayó en las semifinales del US Open y se esfumó su intento por sumar los cuatro Grand Slams de 2015. Sharapova se dio de baja del torneo de Brisbane antes de jugar su primer encuentro, debido a dolor en el antebrazo izquierdo. El sábado, dos días antes de su primer partido, Williams dijo sentirse «un poco cansada» porque ha estado trabajando duro, y descartó las conjeturas de que había tenido problemas en una sesión de peloteo por la mañana. En cuanto a entrenamiento, dijo que no sólo trabaja al 100 por ciento, «sino al 120, 130 por ciento». «He tenido una preparación muy buena», afirmó, la tenista.