La estadounidense Serena Williams hizo una demostración de potencia para arrollar a la china Qiang Wang por 6-1 y 6-0 este martes en un partido que solo duró 44 minutos en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos.
En el Arthur Ashe de Flushing Meadows, Williams dio un recital de tenis frente a una Wang apocada, en un encuentro en el que apenas se vieron los resquicios de las habilidades que mostró la china en los octavos de final del domingo, en los que eliminó a la australiana Ashleigh Barty, número 2 del mundo.
Veinticuatro minutos tardó la estadounidense, actual número 8 en la WTA y ganadora de 23 Grand Slams en su carrera, para hacerse con la primera manga, y menos aún, veinte, para apoderarse de la segunda.
La contundente victoria supone el partido número 100 que gana Williams en el Abierto de EE.UU., exactamente 30 años después de que la única otra persona en alcanzar esa cifra, su compatriota Chris Evert, se apuntara 101 triunfos en Flushing Meadows.
“Es increíble, porque desde que empecé aquí a los 16 años, nunca pensé llegar a esta cifra”, dijo Williams sobre el número, poco después del partido en el que aseguró sentirse “bien” físicamente pese a haberse torcido el tobillo izquierdo en su pasado encuentro.
La estadounidense, que ha cerrado un partido con uno de los marcadores más limpios de los últimos 4 años, subrayó que sabía que Wang estaba jugando muy bien en los pasados torneos, por lo que era consciente de que “tenía que salir a jugar muy bien».
Williams, la única tenista que todavía compite por el actual Abierto de Estados Unidos que ha ganado algún Grand Slam en su carrera, se enfrentará en semifinales a la ucraniana Elina Svitolina, número 5 de la clasificación mundial femenina.