Serenidad

Serenidad

En el curso de la organización de unas elecciones presidenciales, el suministro de una copia del «padrón» electoral a cualquiera de los partidos reconocidos que lo haya solicitado es un acto de pura rutina, sin la mayor trascendencia, siempre que la parte interesada agote los procedimientos establecidos ante las instancias correspondientes.

Cuando las cosas desbordan el marco del rigor y se violentan esos procedimientos y requisitos, entonces se generan legítimas suspicacias, como las que han surgido en virtud del intento de imprimir, en horas no apropiadas, una copia del «padrón» para satisfacer un requerimiento de uno de los partidos que compiten por el poder.

El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Luis Arias, ha confirmado que había, como era de rigor, una solicitud formal del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para obtener una copia del padrón. El presidente de la Cámara Administrativa de la Junta, Nerson Gómez, confirma que la solicitud data del jueves último.

Lo que parece haber ocurrido es que poca gente estaba enterada de que esa copia, por las razones que fuere, sería impresa en horas avanzadas de la noche, aparte de que la orden de impresión no parece haber emanado de autoridad competente. Cuando hay tantos intereses en puja por un mismo objetivo, lo menos que puede haber es vigilancia, celo, suspicacia, y máxime en un país que, como el nuestro, ve por doquier el fantasma del fraude y el engaño, sobre todo en materia electoral.

Es probable que que el incidente del lunes por la noche carezca de trascendencia y que las suspicacias y la alarma hayan sido exageradas. Sin embargo, siempre será una actitud legítima el que las partes que se crean afectadas o tengan dudas pidan las debidas aclaraciones y cuentas ante acontecimientos que parezcan fuera de los cauces y procedimientos de rigor.

[b]II[/b]

El incidente en cuestión viene a producirse en momentos en que cinco de los nueve jueces de la JCE solicitan que se practique una auditoría al material pendiente de remitir a las juntas municipales, al comprobarse que algunos paquetes estaban incompletos, a pesar de que un lector de código de barras habilitado para verificar el contenido ofrecía lecturas que indicaban que dichos paquetes estaban completos.

A cuatro días de unas elecciones que acusan una gran participación de electores y que, según parece, tendrán un índice de abstención más bajo que muchas de las anteriores, es natural que toda la atención y todas las miradas estén ocupadas en verificar que todo marche bien, sin descartar ni negar la posibilidad de que haya -porque siempre los habrá- quienes aspiren a pescar en mar revuelto.

En el pasado reciente hubo alboroto por la impresión de una cantidad considerable de boletas electorales por encima de lo que correspondería al número de votantes. Quizás debamos entender que todo esto demuestra que el «sistema inmunológico» del proceso electoral está activo, vigilante.

[b]III[/b]

En virtud de todo esto, lo prudente sería que la JCE se cuide de que todos los pasos en torno al proceso electoral, desde el suministro de copias del «padrón» a los partidos hasta el envío de materiales a las juntas municipales, se cumpla con apego al cronograma y las reglamentaciones establecidas.

Hacerlo así permitirá que el «sistema inmunológico» del proceso electoral trabaje justo cuando deba de hacerlo, ante ocurrencias que ciertamente ameriten explicaciones o correcciones.

Ha habido muchas expresiones de reconocimiento a la calidad del trabajo de la actual JCE en la preparación de las elecciones del domingo próximo. Los observadores extranjeros y locales, así como algunas representaciones diplomáticas acreditadas aquí así lo han manifestado.

Nos corresponde, entonces, hacer que se mantenga esa calidad de trabajo, para que el proceso resulte diáfano y confiable para todas las partes uy para que se fortalezca la institucionalidad del país.

Todos, desde la JCE hasta los partidos, desde los electores hasta los observadores, debemos mantenernos vigilantes, sin inutilizar por uso abusivo nuestra capacidad de alarma, pero sin descuidar el mínimo detalle en la organización de esta fiesta de la democracia.

[b]Que así sea[/b]

Hay quienes pronostican que las elecciones del domingo serán de las más concurridas de los últimos tiempos.

El presidente de la Junta Central Electoral, Luis Arias, cree que el índice de abstención será más bajo que en elcciones anteriores.

En la calle, en la rutina diaria, se percibe abundante participación de la gente en el debate y el activismo políticos, sin que esto indique, necesariamente, que todos vayan a votar.

A pesar de los costos que estas actividades acarrean en la actualidad, los partidos, sobre todo los tres más grandes, han realizado grandes manifestaciones que denotan, no sólo su capacidad de convocatoria, sino también el entusiasmo del electorado.

Todo parece indicar que serán elecciones de gran participación popular. Que así sea.

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