Sergio, Eddy y Rubby no comparten planteamientos
de Johnny Ventura

Sergio, Eddy y Rubby no comparten planteamientos <BR>de Johnny Ventura

POR YULY ARROYO
No es secreto para nadie que el género merengue está pasando por una de sus peores crisis y que sus exponentes a pesar de aceptarla, no hacen nada para buscarle una solución al problema. Uno de los mejores exponentes es Johnny Ventura, quien con sus 50 años en la música admite que entre los problemas que puede afectar la imagen del merengue es que cantantes de la talla de Sergio Vargas, Eddy Herrera y Rubby Pérez, se llamen merengueros sin serlo.

En declaraciones a la revista Digo del mes de julio, Ventura expresó que los tres antes expuestos son artistas buenos que el público acepta y están pegados, pero que su música de la cual han vivido por muchos años no es merengue.

Consultado al respecto, Sergio, Rubby y Eddy manifestaron por separado su gran admiración y respeto hacia Ventura, pero que de una forma u otra no comparten lo dicho por él, aunque tendrá sus razones para afirmarlo.

Rubby Pérez, uno de los merengueros más pegados actualmente, expresó que Johnny Ventura tiene mucha razón, porque ellos son cantantes con posibilidades de interpretar cualquier género y dentro de ellos el merengue.

«Nosotros somos cantantes con amplitud para hacer muchas cosas más y ahí está la diferencia entre un merenguero y un cantante. El maestro Ventura tiene mucha razón, sobre todo porque él es músico y conoce bien el terreno a lo que se está refiriendo», expresó el intérprete de «Tú vas a volar».

Al opinar sobre el mismo tema, Eddy Herrera manifestó que aparte del respeto que se merece Johnny Ventura, a quien lo considera su papá y maestro y del cariño que de manera particular le tiene, entiende y siente que tanto él como Sergio y Rubby son merengueros.

Dijo que el hecho de que ellos hayan grabado algunas baladas no quiere decir que no lo sean.

«Las diez producciones que llevo grabadas todas han sido completas de merengue y en las giras que realizo siempre me presentan como merenguero dominicano y eso quiere decir que sí somos merengueros».

Herrera agrega que esa es una opinión muy personal del maestro Ventura y que eso no cambiará nada. «Lo que pasa es que nuestro merengue es mucho más romántico que el que grabó y sigue grabando Ventura. A esto se le agrega los efectos del teclado, la guitarra y un poco de fusión, pero por esto no deja de ser merengue».

Dijo que un ejemplo de que es merenguero es que ya está finalizando la grabación de su próximo disco que estará en el mercado en septiembre con 11 temas y una balada. La producción que podría llamarse «Amor de locos», tiene arreglos de Víctor Waill, Junior Cabrera y Edwin García y lleva la misma línea romántica bailable que siempre lo caracteriza.

Sergio Vargas fue más drástico en su respuesta. «La historia lleva su carro y a muchos nos montará y por encima pasará de aquel que quiera negarlo», dijo. Sin dejar de reconocer la calidad y el valor que aporta y lo que significa para el merengue Ventura, expresó que él sabrá porque lo dice. Aseguró que hay que hacer un estudio del comportamiento histórico del género, porque quizás Elpidio Reynoso tampoco hubiese aceptado a Johnny Ventura como merenguero.

Señaló que Reynoso no hubiese entendido la música que hizo Johnny a lo largo de su carrera, pero enfatizó que lo importante son los aportes reales que ha hecho cada quien en su momento de gloria y que es vano hacer un enfrentamiento estéril que nada aportará al movimiento musical del país.

Sergio Vargas considera que no hay que definir quién es merenguero o no, sino que el género sigue intocable como expresión de los dominicanos y lo que se debe es discutir los verdaderos problemas por los que está pasando actualmente.

Para explicar la crisis de los trabajadores del merengue, ya sea por amor o por necesidad, el cantante de «No sé que me diste» puso como ejemplo el caso del mismo Ventura, que hoy quizás podría vivir también de la música como lo logró con la política.

«Su condición como artista es incuestionable y su gracia no tiene igual, más llegó el momento que siendo el merenguero más importante de este país, según dicen por ahí, no podía sostenerse de lo que producía cantando», refiere.

LA CRISIS DEL GÉNERO

Profundizando un poco más en el problema que afecta al merengue, Sergio Vargas refirió que el asunto no debe quedarse en la superficie de determinar quién es merenguero o no, sino escudriñar las razones verdaderas.

«Yo he oído muchas personas cuestionando la historia musical de Johnny Ventura y soy del que defiende que gracias a él el género sobrevivió a la tiranía de Trujillo. También entiendo que siempre ha habido merengues buenos y malos, el mismo maestro Ventura ha grabado merengues que sólo son bailables y no dicen nada».

Vargas cree que todos deben embarcarse en la creación de un Instituto Nacional del Merengue y desde ahí luchar por su mejoría y calidad. Instituciones como éstas existen en Colombia, Argentina y Puerto Rico, donde tienen hasta museos que presentan todo lo de su música y exponentes, dándole valor y exaltándola por encima de cualquier género musical extranjero, situación que no sucede en República Dominicana.

«Un fiel ejemplo de esto es que ahora mismo el reggaetón vino y nos sacó de circulación a todos y esto sucede porque aquí no hay nadie que invite a una reflexión acerca del valor que hay que darle a nuestro género como un patrimonio. Se supone que dentro de las funciones de la Secretaría de Cultura está velar por la música dominicana y dentro de ella el merengue, pero ellos se interesan solo en ver cómo nos acribillan a través de unos impuestos indolentes y desfasados con lo que le marchan a uno. Me gustaría saber si eso pasa con los empresarios y artistas extranjeros que vienen aquí y hacen lo que les da la gana, cosa que no podemos hacer nosotros, ni siquiera en Haití», dice un poco enojado.

El cantante no deja de admitir que los merengueros como exponentes también tienen parte de culpa, porque la mayoría, incluyéndose, lo que están tratando es de ganarse la vida y no existe una competencia con miras a lograr la calidad del producto. Sólo se está haciendo lo que se pueda pegar y vender y eso sí que está haciendo mucho daño.

Argumentó que otro detonante que está enterrando a los artistas dominicanos es la piratería, ya que no tienen una institución donde se pueda hacer un reclamo legal y encontrar a los responsables del daño que hace años están haciendo.

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